El encuentro arrancó con una marcada paridad entre dos equipos llamados a pelear por el título. Los de Josep Guardiola lograron el desequilibrio a través de Sergio Agüero, aunque el verdadero quiebre se dio cuando Sadio Mané fue con la pierna levantada a buscar una pelota en el área e impactó de lleno en el rostro del arquero rival, Ederson. El arquero brasileño debió ser reemplazado por el chileno Claudio Bravo y el veloz delantero senegalés vio la roja.
Desde entonces, el duelo ya no fue tal. Con un doblete cada uno, Gabriel Jesus y el ingresado Leroy Sané le pusieron cifras definitivas a una goleada impropia a la realidad de ambos equipos, pero que eleva al City a lo más alto de la Premier League.