El primer tiempo finalizó 1 a 0 a favor de Villa Dálmine en el Juan Gilberto Funes, y cuando todo era una fiesta (más allá del resultado), por la vuelta del Verde a su provincia después de más de tres meses de espera, figuraron los inadaptados y violentos de siempre.
Un sector de la barra del equipo de San Luis se acercó al vestuario de los árbitros y realizó la amenaza de muerte a Andrés Merlos, quien estaba impartiendo justicia. Por esta razón, el comienzo del complemento se demoró casi 20 minutos, aunque de todos modos se inició porque la policía le aseguró las garantías al juez.
La historia ya se sabe: finalmente, Estudiantes empató 1 a 1, aunque Merlos expulsó a Juan Manuel Marital. Lo cierto es que lo que era -y fue- un carnaval por el retorno del Verde, se manchó por la ineptitud de los violentos.
Para colmo, esta historia no está acabada. Por desgracia, Estudiantes (que de a poco se está ordenando con la ayuda de su interventora, Ivana Bianchi) podría ser sancionado y resta la declaración de Merlos, quien contará lo que realmente vivió ante el Tribunal de Disciplina de la AFA.
