Pero luego vendría lo más jugoso. "¿Lo anímico? Hay muchísimas cuestiones... Hubo momentos en los cuales no tuvimos ese carácter necesario en una final", disparó el técnico xeneize, quien más tarde cambió el término carácter por determinación.
Si bien aceptó el bajo nivel y el mal estado anímico, también advirtió que "estamos fuertes para revertir esto". Al ser consultado por la solución para esta sangría, manifestó: "Se sale trabajando y ganando, por supuesto, tratando de ser fuertes en las cosas que lo éramos. Ante cualquier acción en contra, hoy no tenemos esa reacción que teníamos antes".
Marcó como obviedad la falta de confianza al no ganar y si bien afirmó que la responsabilidad es compartida, se señaló así mismo: "Soy la cabeza de grupo". Respecto al sistema de juego (empleó una línea de tres en el fondo, usando de carrileros a Peruzzi y Silva), se defendió: "Cuando los rendimientos son bajos y no tenés reacción ante el primero gol, cualquier sistema no se va a ver de la mejor manera".
