Por primera vez, se realizará un estudio científico para medir la calidad del aire en la ciudad de Gualeguaychú. A partir de julio, se instalarán sensores en puntos estratégicos durante un período de seis meses, con el objetivo de identificar sustancias que puedan estar asociadas a efectos negativos sobre la salud.
El plan de monitoreo fue elaborado por el Laboratorio de Estudios Atmosféricos (LEA) del Instituto de Fisicoquímica del Noroeste Argentino (Inquinoa-Conicet-UNT) junto con el programa Breathe 2 Change, y fue financiado por el Municipio. La iniciativa surge luego de años de reclamos por malos olores y preocupación vecinal, en particular desde el conflicto por las papeleras.
Al respecto, la subsecretaria municipal de Ambiente, Ivana Zecca, explicó que la necesidad de este relevamiento se planteó desde el inicio de la actual gestión. “Siempre tuvo más fuerza el monitoreo del agua, pero no pasaba lo mismo con lo que respiramos”, indicó. También mencionó el crecimiento del parque automotor, la actividad del Parque Industrial y la cercanía con la planta de UPM como factores a tener en cuenta.
Durante una primera etapa, se identificaron cinco puntos de interés: el Parque Industrial y su Planta de Tratamiento de Efluentes Líquidos, el barrio Don Pedro (de donde provienen muchas denuncias por olores), el predio del ex Frigorífico y el centro de la ciudad. En esos sectores se realizarán las mediciones a partir de julio.
El diagnóstico preliminar incluyó información del Servicio Meteorológico Nacional, estaciones cercanas, imágenes satelitales y mapas topográficos. Se analizaron variables como la dirección y velocidad del viento, humedad, presión, temperatura y precipitaciones, que influyen en la dispersión de contaminantes.
Según el modelo desarrollado, el período entre mayo y septiembre presenta las condiciones más propicias para la concentración de contaminantes. Por eso, el monitoreo se concentrará en esos meses.
“El monitoreo se realizará durante seis meses y se van a medir tanto los gases como el material particulado. La idea final del proyecto es mantener un monitoreo continuo de los contaminantes del aire que se encuentren en mayoría”, explicó Zecca.
Entre los contaminantes que se evaluarán se incluyen partículas (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, asbesto y residuos de plaguicidas. El estudio busca generar evidencia técnica para tomar decisiones sanitarias y ambientales fundadas.
En cuanto a los impactos en la salud, Zecca explicó: “La contaminación del aire está muy asociada al cáncer y a afecciones respiratorias. Por eso es importante contar con datos para poder actuar”. Agregó que los resultados permitirán aplicar medidas de mitigación como controles más estrictos en el Parque Industrial o forestación en ciertas zonas.
En el predio del ex Frigorífico, uno de los focos identificados, se buscará avanzar con el tratamiento del asbesto. Zecca indicó que están a la espera de la certificación nacional para proceder con el retiro y confinamiento del pasivo ambiental. También se mencionó que ya se retiró más de la mitad del fuel oil acumulado, aunque la tarea fue interrumpida por las bajas temperaturas.
“El monitoreo nos va a permitir fundamentar técnicamente la necesidad de acelerar algunas intervenciones. Queremos una ciudad con aire más limpio y un ambiente más saludable”, concluyó. (fuente Diario El Día)