La policía de Oslo imputó formalmente a Marius Borg Høiby, hijo mayor de la princesa heredera Mette-Marit y hijastro del príncipe heredero Haakon, por delitos que incluyen violación, agresión sexual y lesiones corporales. La acusación surge tras meses de investigación en los que se recopiló evidencia proveniente de múltiples fuentes, incluyendo mensajes de texto, testimonios y registros oficiales.
“Los cargos incluyen un caso de violación con relación sexual y dos casos de violación sin relación sexual, cuatro casos de agresión sexual y dos casos de lesiones corporales”, detalló el abogado policial Andreas Kruszewski en una conferencia de prensa. Además, señaló que “no puedo entrar en más detalles sobre el número de víctimas en el caso, salvo confirmar que se trata de una cifra de dos dígitos”.
Høiby ha estado bajo el foco público desde su arresto en 2024 por acusaciones iniciales vinculadas a violencia y daño físico. La atención mediática se intensificó a medida que surgían nuevas denuncias y se consolidaba el caso judicial.
Defensa y situación actual del acusado
El abogado defensor, Petar Sekulic, expresó a través de un correo electrónico enviado a la agencia Associated Press que su representado “se toma las acusaciones muy en serio, pero no reconoce ninguna irregularidad en la mayoría de los casos, especialmente en los relacionados con abuso y violencia sexual”.
Mientras tanto, el Palacio Real de Noruega no emitió declaraciones oficiales tras la imputación. Høiby, de 28 años, reside actualmente en una vivienda independiente cercana a la residencia de la familia real, con quienes convivió durante años.
Pese a la gravedad de las acusaciones, permanece en libertad mientras se define si enfrentará un juicio. Como cualquier ciudadano noruego, mantiene su derecho a la presunción de inocencia hasta que un tribunal emita sentencia definitiva.
Un perfil fuera del protocolo real
Nacido en 1997, Marius Borg Høiby es fruto de la relación entre Mette-Marit y su ex pareja Morten Borg, anterior al matrimonio con el príncipe Haakon. A diferencia de sus hermanos, no posee funciones oficiales dentro de la Casa Real ni mantiene un rol público vinculado a la monarquía.
En los últimos meses, fue formalmente acusado de 23 delitos, incluidos tres casos de violación. Entre las supuestas víctimas figura la reconocida presentadora de televisión noruega Linni Meister, con quien habría mantenido una relación cercana.
Diversas denuncias señalan que los presuntos abusos se habrían dado en vínculos sentimentales previos, y varios de los hechos estarían vinculados a un entorno íntimo del acusado.
Un entorno familiar marcado por la polémica
La historia personal de Marius también ha estado atravesada por turbulencias. La relación de sus padres fue descrita como “tormentosa”, y se disolvió poco después de su nacimiento. Su padre, Morten Borg, posee antecedentes penales, incluida una detención por posesión de cocaína en 1991, aunque mantiene una buena relación con su hijo.
Con el casamiento de su madre con el príncipe Haakon en 2001, Marius se integró formalmente a la familia real cuando tenía apenas tres años. Sin embargo, su adolescencia y adultez se desarrollaron con notorios episodios de conflicto personal.
Se lo ha vinculado con “una vida nocturna y excesos”, además de problemas con “alcohol y drogas”. En declaraciones públicas, él mismo reconoció sufrir “varios trastornos mentales” y haber estado en tratamiento por adicciones. También se han reportado hechos como “estafas en Palacio” y amistades relacionadas con el narcotráfico. (Con información de Associated Press y Clarín)