La ciudad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, atraviesa una situación crítica debido a la emergencia climática que ha dejado más de 40 familias evacuadas y ha causado la paralización total de las actividades. Las intensas lluvias, que comenzaron en las primeras horas de la mañana, generaron severas inundaciones en varias zonas de la ciudad.

Fuentes oficiales informaron que “hay diálogo permanente entre la Provincia de Buenos Aires y el Municipio. Se enviaron equipos de rescate del Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad envió insumos para asistir a las personas afectadas”. Según los reportes municipales, en tan solo seis horas se acumularon 300 milímetros de agua, superando con creces la media histórica de 129 mm, y se prevé que las lluvias sigan.

El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, está coordinando todas las acciones de emergencia desde el Centro Único de Monitoreo, mientras que diversas áreas del municipio, como Defensa Civil, Delegaciones, Sapem Ambiental y Tránsito, colaboran en el operativo de ayuda. Las imágenes del desastre son impactantes, con calles inundadas, autos varados, casas afectadas y el Hospital Interzonal Dr. José Penna, donde el sector de neonatología fue evacuado debido a la elevada cantidad de agua.

Ante esta emergencia, el Municipio decidió suspender todas las actividades públicas y privadas hasta nuevo aviso para proteger a los habitantes y reducir los riesgos vinculados a las inundaciones. Además, la empresa EDES, a pedido de las autoridades locales, implementó cortes preventivos de energía eléctrica en las zonas más afectadas.

Se ha instado a la población a reducir al máximo la circulación y permanecer en sus hogares para evitar accidentes. En paralelo, varios centros de evacuación han sido habilitados en diferentes puntos de la ciudad, como el club Sansinena en General Daniel Cerri y el Centro Natan en Villa Caracol, entre otros.

El servicio de transporte público también se ha visto interrumpido debido a las condiciones climáticas extremas. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) suspendió el transporte de colectivos y trenes por los peligros que representa el anegamiento de las calles y la visibilidad reducida. Asimismo, el aeropuerto de Bahía Blanca no está operando.

Vialidad Nacional advirtió que las rutas nacionales 3, 33, 35, 22, 252, 249 y 229 presentan complicaciones por el temporal, y recomendó no transitar por ellas hasta que mejoren las condiciones. Estas medidas buscan garantizar la seguridad de quienes transitan por la región.

Este desastre climático rememora al trágico temporal de diciembre de 2023, cuando las intensas lluvias causaron la muerte de 13 personas y generaron una grave crisis en la ciudad, con la falta de suministro eléctrico en todo Bahía Blanca. La comunidad, aún golpeada por esa tragedia, se enfrenta ahora a otro desafío de magnitudes similares.

El municipio vecino de Coronel Rosales enfrenta una situación igualmente grave tras el temporal que afectó a la región. Las autoridades locales informaron que han recibido más de 50 solicitudes de ayuda, lo que ha impulsado un rápido despliegue de recursos para asistir a los afectados.

Para brindar apoyo a las personas evacuadas, se habilitaron dos centros de asistencia en la localidad: la Terminal de Ómnibus de Punta Alta y la Capilla Virgen Niña. Las autoridades recordaron que los ciudadanos pueden comunicarse con la Policía al 911, con Defensa Civil al 103, con los Bomberos Voluntarios al 100 y con el Hospital Municipal “Eva Perón” al 107, líneas que permanecen operativas para atender cualquier emergencia.