El quinto examen de Franco Colapinto en la temporada 2025 de la Fórmula 1, correspondiente al Gran Premio de Austria, dejó un sabor amargo. El piloto argentino fue protagonista de dos situaciones determinantes: un toque con Yuki Tsunoda en la vuelta 31 que dañó severamente su Alpine, y una maniobra riesgosa con Oscar Piastri, a quien no vio cuando intentaba sacarle una vuelta.
“No fue un día fácil para nosotros. Empezamos a mejorar el ritmo después, pero al principio nos costó mucho, porque no era bueno. Un día complicado, hay que entender todo con el equipo y estar más fuerte para Silverstone”, analizó Colapinto al término de la carrera, que finalizó en la 15° posición.
El toque con Tsunoda y sus consecuencias
El golpe con Tsunoda resultó clave. “¿Lo de Tsunoda? Me chocó, me pidió perdón y todo bien, pero una pena porque rompí el alerón delantero y el piso. Una lástima porque veníamos mejorando en el ritmo de la carrera y un lamento también porque me hizo perder mucho con las gomas y los daños del auto”, detalló Colapinto.
Desde ese momento, el rendimiento del auto decayó notablemente. El argentino comenzó a perder posiciones hasta que, diez vueltas más tarde, fue llamado a boxes para cambiar neumáticos. Con el compuesto duro, intentó recuperar terreno en el trazado de Spielberg.
Una sanción que completó un domingo complicado
En la parte final de la competencia, Colapinto volvió a verse envuelto en un hecho polémico. Cuando se encontraba enfocado en superar a Tsunoda, no advirtió la presencia del McLaren de Oscar Piastri por el lado derecho y lo tocó, obligando al australiano —que lideraba la carrera— a salir de pista y circular por la tierra.
Por esta maniobra, los comisarios deportivos sancionaron al argentino con cinco segundos de penalización. “Fue un poco caótica la segunda parte de la carrera, pero veníamos desde atrás intentando dar todo para avanzar, con algunos roces. Hay que trabajar el auto para estar un poquito más cerca: es resetear y mejorar”, completó Colapinto.