Y agregó: “Si bien logramos que nos reconozcan las obras sociales, todavía no nos reconocen como prestación de acompañante terapéutico, sino como prestación de apoyo y cobramos como maestras de apoyo y otras prestaciones que no nos corresponden. Y en otros casos, se cobra por reintegro a la familia”.
Rodríguez Allende refirió que los acompañantes terapéuticos se desempeñan en el ámbito de la salud mental. “Nos insertamos en el ámbito cotidiano del paciente, trabajamos en distintos espacios, ya sea en instituciones o en la casa del paciente, y conjunto con un equipo interdisciplinario”, explicó al dar cuenta que su tarea apunta a “la restitución del lazo social y actividades de rehabilitación”.
“Con la urgencia de la cuarentena, funcionamos de forma virtual. Después vimos que la pérdida de lazos se hacía más fuerte y al ser un trabajo en el que nuestros acompañados nos necesitaban, porque es un trabajo de contacto directo, retomamos en mayo tras la autorización de Nación para seguir ejerciendo. Pero algunas obras sociales nos siguen negando el trabajo durante la pandemia”, reprochó la profesional.
En la oportunidad, anticipó que se constituirá un colegio provincial cuya asamblea constitutiva se generará el 17 de abril “para visibilizar las irregularidades de los trabajadores”. Según indicó, son unos 300 acompañantes terapéuticos en Entre Ríos. (Elonce)