El problema de este tipo de incendios es que no se puede saber si en las capas inferiores de la montaña de basura siguen encendidas, y el fuego se termina avivando por las altas temperatura y la cantidad de materiales inflamables que hay en el basural.
Durante la noche se desató una fuerte brisa de viento, lo que generó las condiciones para que las llamas se reavivaran, pero tras la intervención de los Bomberos, el foco ígneo se logró controlar rápidamente tras dos horas de trabajo.
El personal del Ecopaque continúa con la guardia de ceniza para evitar que en caso que se desate otro incendio se pueda actuar con rapidez para evitar su propagación.