Y agregó: "Es por eso que he decidido dar un paso al costado de mis responsabilidades políticas para someterme a los procesos que determine la aplicación del protocolo que la organización ha generado para estos casos".
Romero quedó en el ojo de la tormenta a partir de una denuncia pública de una ex militante de esa organización que lo acusó de abuso sexual: en un relato que publicó en Facebook, la joven denunció que en enero de 2017 había intentado obligarla a practicarle sexo oral y apuntó a la complicidad del resto de la organización.
El relato del usuario identificado en la red como Teff Solange señala: "El Loco Romero me agarra y me encierra en el baño con él impidiéndome salir. Se baja los pantalones, saca su miembro afuera y me empieza a pedir que le practique sexo oral.
Me negué reiteradas veces y le suplicaba que me dejara salir. Le llegue a prometer que otro día lo hacíamos para que me abriera la puerta, golpee las paredes y la puerta para que alguien me abriera. Nadie me ayudo".
También denunció una red de complicidades dentro de la organización, empezando por el responsable de Logística Nacional, Miguel Ángel Despo o "El Pela": "Sonriendo, me dijo que me creía porque sabía que este tipo era así y que no fui la única que le paso", escribió.
"A los meses me fui de La Cámpora, harta de ver a mi abusador ahí y a los abusadores de mis compañeras. Con miedo porque ya había hablado con mis responsables y no habían hecho nada al respecto. La Cámpora encubrió, encubre y va a seguir encubriendo a estos abusadores hasta que nosotres dejemos de callarnos", escribió la joven.
La denuncia contra el senador bonaerense se produjo sólo dos días después de que la actriz Thelma Fardis acusara, junto al colectivo Actrices Argentinas, a Juan Darthés por violación, lo cual produjo un aumento significativo en las denuncias por violencia de género.
NA