No solo ese número sorprendente, sino que la cantidad de guardias trabajando son los mismos que cuando el penal tenía a 120 internos. También se puede agregar, que por turnos la penitenciaria solo tiene el 50% de lo que verdaderamente debería poseer.
Cuando es día de visitas (en el caso de la UP3 son cuatro veces por semanas), la cantidad de personas aumenta entre visitantes e internos, mientras que el número del personal continúa siendo el mismo.
"El espacio físico reducido para tantos internos hace que se agraven estas dos situaciones y lo que puede provocar una mala convivencia", indica un informe de Diario Río Uruguay.