Tras esta incidente, a la cantante se le diagnosticó trastorno bipolar y evitó así una condena penitenciaria. Al salir de la corte en febrero de 2016, O'Riordan agradeció el apoyo de los médicos y su familia, y alentó a sus fans a buscar atención médica si temen que padecen alguna enfermedad mental.
En una entrevista publicada en mayo de 2017, la cantante admitió que por varios años había tenido que lidiar con los síntomas de esta enfermedad.
"Hay dos extremos del espectro: puedes ponerte extremadamente deprimida y triste y perder interés en las cosas que te gusta hacer, y luego puedes volverte súper maníaca. Estuve en el lado hipomaníaco del espectro de manera intermitente durante un período prolongado, pero en general sólo puede durar hasta tres meses antes de tocar fondo y caer en la depresión. Cuando eres maníaco no duermes y te vuelves muy paranoico", señaló.
O'Riordan tampoco es la única artista que ha padecido trastorno bipolar o depresión severa. Entre sus contemporáneos, el caso más conocido es Sinéad O'Connor. Otros artistas que fueron diagnosticados con trastorno bipolar: Carrie Fisher, Lily Allen, Kurt Cobain, Scott Weiland, Francis Ford Copolla, Catherine Zeta-Jones, Ernest Hemingway.