La joven es oriunda de Villa María, y puso el GPS para regresar a su ciudad, pero las indicaciones la dirigieron hacia una zona peligrosa en donde un vecino le alertó que le podían llegar a desmantelar el auto.
Asustada por la advertencia, Laura pidió nuevamente ayuda y apareció Pedro, quien vive en el lugar y gestiona el comedor Abrazos de Osos donde atiende todos los días a grandes y niños.
Con su auto, el buen hombre la guió hasta dejarla en cercanías del Arco de Córdoba. Laura quiso agradecerle el gesto con dinero, que Pedro no acepto, pero le comentó sobre su obra.
"Pedro me dice: 'si quiere agradecerme, yo trabajo en un comedor'. Y me cuenta rápidamente lo que hace. Le digo que por supuesto lo voy a ayudar", relató a Cadena 3 la joven. "Me encantó su obra y el gesto que tuvo para conmigo", confesó la joven, quien inició una colecta en Villa María para el comedor.
El comedor Abrazos de Osos atiene entre 120 y 160 vecinos a diario, que reciben el desayuno, el almuerzo, la merienda e incluso la cena.
"Trabajamos para que cambie esto, pero hay gente buena y trabajadora. No todos son malos, hay gente muy buena también. Tenemos gente que vale la pena", contó Pedro.
En el comedor funciona también una sala cuna que atiende a 40 niños de 45 días a 3 años.
Sus necesidades son muchas por lo que precisan desde ollas, cubiertos y alimentos no perecederos (azúcar, cacao, té, leche, harina, fideos), hasta una cocina.
Sus deseos también son construir un salón para el cual necesitan materiales.
Quienes puedan colaborar se pueden contactar a través del Facebook Asociación Civil abrazos de osos por la justicia social, o con Pedro, en el teléfono 0351-157191101. Fuente: (Cadena3).-