Cambiemos en su conjunto arriesga en la provincia apenas tres bancas, las únicas que cosechó en 2013 (que son las elecciones que se toman como referencia para este 2017): las de la macrista Soledad Martínez y los de los radicales Ricardo Alfonsín y Héctor "Cachi Gutiérrez".
La abultada victoria del oficialismo en la Ciudad de Buenos Aires, donde obtendría 8 bancas, y en Córdoba, donde se haría de 5 escaños (doblegando al gobernante peronismo no kirchnerista), le dan solidez al rendimiento electoral de Cambiemos.
También exhibe un resonante triunfo en Santa Fe, distrito por el que accedería a nada menos que 4 bancas, y otros triunfos en Entre Ríos y Santa Cruz, provincias gobernadas hace muchos años por el PJ.
En total, se renuevan 127 escaños, un tercio de la Cámara baja: Cambiemos, que ponía en juego 40 bancas, podría obtener alrededor de 55.
El Frente para la Victoria, que renueva 34 escaños, podría obtener, si contabiliza los resultados del PJ, alrededor de 36 bancas, pero el significado del resultado recién se conocerá cuando los diputados justicialistas que llegan con el apoyo de gobernadores decidan si finalmente se alinearán al bloque que hasta fin de año preside Héctor Recalde.
El posicionamiento de los diputados que orbitan en torno a los gobernadores provinciales también afectará la suerte del bloque Justicialista (una escisión del FPV que se constituyó de la mano de Diego Bossio apenas Cristina Kirchner concluyó su mandato presidencial), que pondrá en juego 8 de sus 17 bancas (entre ellas la de su jefe de bloque, Oscar Romero).
De aquella gesta fundacional, el massismo conserva diez bancas, de las cuales sólo podría mantener cinco si los resultados en la elección general se repitiesen.
Quedarían afuera Sergio Massa, además de Jorge Sarghini y Mónica Litza, mientras que el exgobernador Felipe Solá, José Ignacio de Mendiguren y Mirta Tundis renovarían.
Si se trasladaran las cifras de las PASO a las elecciones de octubre, la bancada del massismo y sus aliados se achicaría a 22 diputados.
El bloque Peronismo para la Victoria (Movimiento Evita) arriesga uno (Remo Carlotto) de sus cinco representantes, que lo podría compensar en caso de que en octubre Juan Manuel Abal Medina resulte electo por la lista Cumplir que lleva a Randazzo en la categoría de senadores nacionales.
En tanto, el interbloque Progresistas (GEN, Libres del Sur, Partido Socialista), que en 2016 y lo que va de este año actuó en coordinación con el FR, expone 7 de sus 8 bancas, entre ellas la de Margarita Stolbizer, quien se despide de Diputados y aspira a una improbable banca en el Senado por el frente 1País, aunque el más expuesto será el Partido Socialista, que salió tercero en Santa Fe y sólo revalidaría dos de sus bancas.
Por el lado del Frente de Izquierda, que pone en juego tres bancas, sólo lograría dos (Nicolás del Caño por Buenos Aires y Marcelo Ramal por la Ciudad), y redundaría en una bancada total de tres legisladores