Personal de la Dirección General de Seguridad del Servicio Penitenciario Bonaerense entró, de sorpresa, a la Unidad 42, donde están alojado 898 internos. A la madrugada, los efectivos penitenciarios y los canes de la División Perros, ingresaron en los distintos pabellones de la cárcel. Allí incautaron 137 teléfonos móviles, 38 facas, 100 chips, cargadores y hasta macetas con marihuana.
Los agentes también secuestraron varios elementos prohibidos, entre ellos medicamentos para presos en la taquilla de un guardiacárcel, por lo que se inició una investigación interna.
Desde enero y hasta julio de este año fueron secuestrados más de 12 mil celulares y cerca de 7.900 "facas" -armas blancas de fabricación casera- en los distintos penales bonaerenses. El ministro de Justicia de la Provincia, Gustavo Ferrari, ordenó que se acelere la frecuencia de las requisas y se capacite al personal que se ocupa de esa función.
"Con estos procedimientos se logra mayor seguridad interna y externa. Al sacar de circulación las facas se disminuyen casos de violencia intracarcelaria y al secuestrar celulares evitamos posibles hechos de secuestros virtuales o manejos de bandas desde la cárcel", explicó un alto funcionario del Ministerio de Justicia.