"Encima eran como las cuatro de la mañana, todas mis amigas estaban durmiendo, no tenÃa con quién descargarme. Cuando se despierta le dije que me habÃa llegado un rumor de que él salÃa con tal y tal persona y como me lo negaba agarré y le conté la verdad, que le habÃa visto los mensajes en el teléfono, entonces no le quedó otra que admitirlo", recordó la modelo, a quien ahora empiezan a cerrarle sus sospechas sobre Pablo, un empresario de la noche sanjuanino a quien habÃa conocido en enero y con quien inició su romance a fines de febrero pasado.
"En la intimidad nuestra me pedÃa cosas, digamos juguetes por ponerle un nombre. San Juan es un pueblo, y la gente me preguntaba ¿qué hacés vos con Pablo?, como que todo el mundo me lo daba a entender y yo no caÃa. Me da mucha vergüenza todo esto", afirmó.
"Él me pidió perdón llorando, me dijo que querÃa que que volviera con él, pero no hay forma, no hay vuelta atrás. Aparte, ¿cómo hago para confiar?, y encima estando él tan lejos, no puedo", se sinceró la sensual morocha.
"Lo más cÃnico de todo es que descubrà que una vez me habÃa dicho que tenÃa una reunión y se fue a verlo a él mientras a mà me habÃa dejado durmiendo en casa, me quiero morir. A mà no es que me moleste su condición sexual, pero jugar a dos puntas. . . Yo me iba de Buenos Aires a verlo", reflexionó indignada.
"No tengo suerte en el amor. TenÃa muchas ilusiones, él me vendió un buzón, me presentó a toda su familia, fue todo muy rápido y muy fuerte, y también fue muy duro enterarme de todo esto ahora", concluyó Mora, quien intenta sobrellevar poniéndole humor y con la contención de sus amigas una situación que ni en la peor de sus pesadillas se hubiera imaginado atravesar.