Esto fue desmentido rotundamente por el funcionario Roberto Sabbioni, responsable de Centro Integrador de Servicios Ciudadanos, quien informó que "el agua potable está absolutamente en condiciones de ser consumida, no hay ninguna veracidad sobre la falta de sanidad. La planta potabilizadora funciona de manera automática y cuando detecta alguna irregularidad, como un compuesto químico, da alerta de inmediato. El agua es segura y potabilizada".
También agregó que "el olor que se sintió en la ciudad no es producto de algún problema en el sistema cloacal y que es muy probable que sea proveniente de la quema de los hornos de ladrillos, que se expandió a la ciudad por el viento y algunos arroyos como el Antoñico que lo utilizan de tiraje".