Rodeada de cupcakes y golosinas para la producción fotográfica, lanza contra quienes la acusaron en las redes sociales de engordar un poquito: "No me ofende que me digan que estoy con unos kilos de más. A veces, en mis dÃas hormonales me siento hinchada, como cualquier mujer. Es normal y natural. Pero ¿y si estuviera gorda, qué? Además, ¿qué le queda entonces a una gordita? Lo más triste es que el ochenta por ciento de quienes me juzgaron eran mujeres. Y me parece que no deberÃa ser asÃ, que nos tendrÃamos que apoyar. Después criticamos a los hombres, hacemos marchas por Ni Una Menos. DeberÃamos ser las primeras en dar el ejemplo. Si somos todas iguales. Lo que importa es la actitud. Además, los argentinos nos prefieren con curvas", asegura.
"Yo como sano, ante todo por mi salud. De vez en cuando me doy un gustito, pero no vivo a hamburguesa con papas fritas. Algunas modelos dicen que comen de todo, y me parece mentira. Al menos yo no lo podrÃa hacer, porque saldrÃa rodando".
-¿Cómo es tu dieta?
-Soy casi vegetariana: de a poco estoy dejando el pescado y sólo muy de vez en cuando me como un asado de lomo bien cocido. Lo suplanto con barritas proteicas con espirulina y mucho queso. ¡PodrÃa vivir a tablas de quesos y vino orgánico! Podés tomar todo lo que quieras y al dÃa siguiente no te queda resaca. Aparte, una vez al dÃa bebo un jugo verde detox, que preparo con pepino, acelga, lechuga kale, jengibre y ananá o manzana. Y complemento con actividad fÃsica: gym funcional, donde trabajo cada zona del cuerpo de forma localizada. Por suerte, y gracias a mi genética, me marco rápido. Otras rutinas de belleza: drenaje linfático con mi esteticista, porque suelo retener lÃquidos, exfoliaciones en la ducha y máscaras para la cara que me da mi cosmiatra. Amo cuidarme. Si en lugar de modelo fuera abogada, también lo harÃa. Para mà no es un sacrificio.
Aunque se presenta como modelo y actriz, lo justo serÃa sumarle sus roles de empresaria y panelista. "Me siento plena en mi trabajo, encarando siempre nuevos desafÃos", asegura la top, que tiene su propia lÃnea de lencerÃa, forma parte del jurado de La jaula de la moda (Magazine) e interpreta a la profesora Olga en La peluquerÃa de Don Mateo (Telefe), donde les enseña filosofÃa a Marley, Jey Mammon y Florencia Peña. "Les propuse a los productores ser Olga en la ficción y les encantó... Elegà ese nombre ?por el que tanto se me burlaron? porque me gusta mucho. Soy Olga Karina, y asà se llamaba mi abuelita que está en el cielo", explica.
-Lo tuyo siempre fue la comedia. ¿Te tienta incursionar en otro género?
-Me encanta lo que hago. Trabajé con Francella y también hice cine familiar con Bañeros 4 y Locos sueltos en el zoo. Pero me gustarÃa tener un papel más jugado, algo de acción.
-¿Cómo quién?
-Una heroÃna al estilo Angelina Jolie en Tomb Raider. Todo lo contrario de lo que soy. Interpretar a una mujer que investigue, que sepa luchar.
-¿Estudiaste actuación?
-Mirá, lo llevo en la sangre. Sé que muchos se van a reÃr con lo que digo, y tampoco quiero ofender o faltarles el respeto a las personas que estudiaron, pero muchos actores sostienen que si no se lleva la vocación en el espÃritu, no le sale. ¡Y a mà me dicen desde chiquita que tengo pasta para esto. Cada vez que hacÃa un berrinche mamá repetÃa: "¡Pero qué artista...!". Llevo implantada la comedia. Igualmente, si mañana tuviera que encarar un papel más serio, me gustarÃa tomar clases. Tengo mucho por aprender.
-¿Cómo te gustarÃa que siga tu carrera?
-Quisiera seguir actuando y creciendo como empresaria. En unas semanas abrimos un showroom en Palermo Soho junto a la marca Anima Bendita, con la que hago una lÃnea especial de ropa interior, camisones, shorts y batas que se llama by Karina Jelinek. También la comercializamos desde mi página web, lodejoatucriterio.com. Y estoy preparando el lanzamiento de mi propio labial, en compañÃa de una marca nacional de cosméticos. Va a ser un rouge color cereza, el tono que siempre uso y por el que tanto me preguntan las mujeres. Quiero armar mi pequeño emporio, como las Kardashian. Sigue soltera y sin apuro. "No necesito ningún hombre para sentirme completa. Desde que me divorcié, hace tres años y medio, no volvà a estar seriamente con nadie. Salgo y me divierto, tengo mis amigos con derechos, pero no me comprometà ni me puse de novia con nadie", cuenta la cordobesa de Villa MarÃa. Se rÃe de los romances que le inventan. Los últimos con David Beckham, Daniel Scioli y, el más reciente, con Nacho Viale. "Es mi amigo. Nos cruzamos en mi último viaje a Miami, ¡pero nada más! No sé por qué inventan. Si salgo con un famoso debe vender... Yo no los busco. PreferirÃa a mi lado un hombre desconocido: serÃa mi cable a tierra. PodrÃa ser fotógrafo, médico, el bicicletero de la esquina... El que me dé vuelta y me guste, allá voy. Igual, hoy estoy bien asÃ".
-¿Disfrutás de tu solterÃa?
-Claro. No le tengo que dar explicaciones a nadie, hago lo que quiero y me siento libre. Después de mi experiencia con los hombres, dudo que me vuelva a casar. Ahora quiero hombres sólo cama afuera.
-¿De soltera hay más o menos sexo que en pareja?
-Depende. Podés estar en pareja y no tener tanto sexo, debido a la rutina, por problemas personales o porque se perdió la magia. Yo ahora la paso muy bien y tengo un buen ritmo.
-¿Qué serÃa eso?
-Ja, ja, ja. Hay semanas en las que estoy a toda turbina y otras ando más tranquila. Soy una ariana: puro fuego, muy cariñosa y pasional.
-¿En la cama llevás el mando?
-Me gusta que sea algo compartido: no soy egoÃsta en eso. Me encanta dejarme llevar, unos buenos chirlitos. Tengo mis aceites afrodisÃacos y juego mucho con mi lÃnea de ropa interior.
-¿Sos de filmarte o fotografiarte en la intimidad?
-No. Hace poco le mandé a un amigo fotos mÃas en la ducha, y al dÃa siguiente aparecieron por todos lados. ¡Me querÃa morir! Tengo que aprender de una buena vez. Sà me hago fotos que insinúan y son eróticas, pero nada porno.
-¿Te gustarÃa volver a enamorarte?
-Mi corazón no está más herido: ya lo saqué del freezer. Ojo, tampoco estoy buscando ni haciendo un casting, porque cuanto más lo hacés, menos aparece el candidato. Además, no necesito la protección de un hombre: a mà me protege Dios. Prefiero que el amor me tome por sorpresa.