El Poder Ejecutivo está facultado para modificar con un decreto un impuesto, por el termino de un año, siempre que la alícuota se cambie hacia la baja, y no necesita para ello la aprobación del Congreso.
El gobierno fundamentaría esa modificación en la promesa de los empresarios del sector de realizar inversiones.
Así haría lugar al pedido que la industria cervecera venía planteando a funcionarios en diversas reuniones.
La medida se aplicaría pese a la oposición de los productores de vino, que no pagan impuesto interno, porque sostienen que la rebaja impositiva generaría una baja en el consumo del producto para ir a la cerveza.
La venta de cerveza durante el año pasado creció 17% mientras que el del vino en el mismo período cayó un 8%, según estudios del sector.
NA