"Gracias a la prevención hay muchos menos fallecidos. Hay muchísimo trabajo de calle, muchísima insistencia con los controles", había destacado el titular de la dirección de Prevención y Seguridad Vial (Dpsv) de la policía de Entre Ríos, Mario Müller al finalizar el año.
El operativo Verano Seguro, coordinado por esa división de la fuerza de seguridad, cuenta con 400 agentes policiales en 17 puestos fijos y 17 móviles.
Sin embargo nada de eso parece ser suficiente. En enero de 2016, no sólo no se redujo la cantidad de personas que dejaron la vida en las rutas, calles y caminos de la provincia, sino que se produjo un fuerte incremento.
Según datos proporcionados por la Dpsv, ya son 20 las víctimas fatales registradas en los 31 días de 2016, lo que significa un incremento de casi el 70 por ciento. En el mismo mes de 2015, 12 personas fallecieron en las rutas y calles entrerrianas.
Las cifras dejan interrogantes acerca de la dirección de las políticas en materia de seguridad vial, no sólo en cuanto a controles y sanciones, sino también a la rigurosidad de los mismos y la educación vial, que aún sigue siendo materia pendiente en la educación formal, a pesar de lo que establece la Ley Nacional de Seguridad Vial.