Cuando aún resta computar la última semana del mes, el Banco Central estima un aumento del stock de préstamos privados de más de $ 12.800 millones promedio mensual. Al 21 de agosto, último dato oficial, el total de créditos privados en pesos ascendió a $ 650.134 millones. El incremento se explica principalmente por la performance de las líneas de financiamiento de Documentos con $ 8.394 millones; Personales por $ 4.329 millones y luego Tarjetas con $ 1.916 millones, promedio mensual.
Lo acontecido en los últimos meses y en particular en el segundo cuatrimestre de 2015 no sólo refleja el fuerte aumento de los préstamos privados, sino también el cambio de composición a favor del crédito al consumo. Es así como por ejemplo entre mayo y julio de este año el crédito privado aumentó en casi $ 40.000 millones y un año atrás, en el mismo período, menos de $ 8.000 millones. Pero los préstamos vinculados al consumo (vía Tarjeta y Personales) crecieron en más de $ 7.100 millones contra una caída de $ 7.500 millones en 2014.
En agosto de este año la estructura del stock de préstamos privados muestra claramente el predominio de las financiaciones vía Tarjetas y Personales, que entre ambos representan el 42,6% del total general. La otra línea que se destaca es Documentos, que equivale al 24,3% del total seguido por Adelantos con un 13% e Hipotecarios con el 7,8%. Mientras que Prendarios representa un 5,5%. El crédito con Tarjetas crece ya por sobre el 52% interanual, mientras que Personales lo hace a un ritmo del 33,5% y Documentos a casi el 40%. Prendarios mostró una mejora entre julio y agosto.
En un contexto de aceleración de la base monetaria y de expansión del crédito privado, el agregado monetario M3 (Billetes y monedas en poder del público más Depósitos privados y públicos en pesos) crece a un ritmo cercano del 40% anual (la base monetaria aumentó en $ 50.000 millones en el segundo cuatrimestre). La evolución del crédito privado encuentra así correlato en la mejora del nivel de actividad de los últimos meses y las expectativas de los consumidores. A lo que se suma la regulación de tasas de interés máximas y las expectativas devaluatorias.
El sistema financiero se encuentra así abocado a financiar el consumo y al sector público (vía Lebac, etc.). Entre el plan Ahora 12 y las líneas direccionadas, los bancos tienen menos capacidad prestable para financiar inversiones. Claro que bajo un escenario pre-electoral la demanda de crédito para proyectos y otras inversiones se ha retraído significativamente. (Ámbito Financiero)