Sociedad Daños en Costanera y Ñandubaysal

Explican a qué se debió el temporal que ocasionó destrozos en Gualeguaychú

Un fenómeno climático que surgió de manera imprevista causó destrozos en la costanera de Gualeguaychú y en Ñandubaysal. Explican que las condiciones ofrecieron un caldo de cultivo ideal para que se formaran fuertes vientos.
Lo que sucedió el lunes por la tarde en la costanera de Gualeguaychú y en Ñandubaysal fue un fenómeno climático que surgió de manera imprevista. Según los especialistas, las condiciones ofrecieron un caldo de cultivo ideal para que se formaran fuertes vientos, los cuales provocaron estos destrozos.

“Fue lo que comúnmente se llama coloquialmente como ‘cola de tornado’. Estos fenómenos son típicos del hemisferio norte, y desde hace unos 15 años se comenzaron a replicar, por ahora en menor medida, en este lado del mundo”, explicó a ElDía Daniel Hernández, ex titular de Defensa Civil y especialista climatológico.

“Fueron fuertes vientos inesperados que golpearon la zona de la Costanera, y afectaron a los árboles de esa zona debido a que la zona ribereña de Gualeguaychú está construida sobre terrenos originales. Luego pusieron unos paredones de hormigón de 5 metros de altura, y luego se rellenó con arena del río. Por lo tanto, no hay tierra en esa zona, y por lo tanto las raíces no tienen a donde ir”, amplió el especialista.
En el atardecer del lunes, el fuerte viento que se levantó en la ciudad provocó que un viejo árbol ubicado en la vereda que da al río Gualeguaychú en Avenida Morrogh Bernard se cayera y terminara aplastando a dos autos que se encontraban estacionados en el lugar.

El vehículo más afectado fue un Fiat Uno, que quedó literalmente aplastado por el tronco del árbol, mientras que un VWE Gol Weekend que estaba estacionado metros por delante, también sufrió las consecuencias, en este caso afectado por las ramas del árbol.

Mientras que en la costanera de Gualeguaychú el viento ocasionaba destrozos y caída de árboles, en el balneario ubicado sobre el río Uruguay el panorama fue mucho más complicado.
A diferencia de lo que pasó en la ciudad, en el complejo turístico Ñandubaysal también se desataron fuertes aún mayores, pero además también cayó una tormenta de granizos y fuertes lluvias.

El episodio meteorológico provocó grandes destrozos en la infraestructura del lugar, volando varias de las sombrillas fijas o el mobiliario, como mesas, reposeras y sillas.
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