Sociedad ¿Qué cambios sufrió idea de maternidad?

El Ventilador: realidades y desafíos de ser madres hoy

La cuestión biológica siempre le imprimió una especie de reloj a las mujeres que desean ser madres. Ahora bien... ¿cambió en algo esa situación con los nuevos conceptos y formas de acceder a la maternidad?
La deconstrucción de viejos conceptos e ideas es una de las características más notables en estas primeras décadas del siglo XXI. Y allí, las mujeres tienen hoy un rol fundamental.

La inclusión en masa de todas ellas al mercado laboral desde la Revolución Industrial, cambió en gran medida la estructura social. Y, en consecuencia, la redefinición de conceptos como familia, matrimonio y amor.

Pero... ¿qué cambios ha sufrido la idea de maternidad en sus diferentes formas? "Madre hay una sola", dice el refrán. Pero incluso hasta esa afirmación está siendo refutada por algunos hoy en día.

Las formas de alcanzar la maternidad ya no responden a un solo formato ni a ningún patrón.

Madres adoptivas, solteras, madres tutoras o de hijos ajenos, de vientre subrogado, y muchas formas más.
Pero no sólo la manera de llegar a convertirse en madre ha cambiado. La edad es otra de las grandes transformaciones.

¿Y cuál es, para la mayor parte de las mujeres de hoy en día, la importancia del rol y la presencia de un padre en la crianza de un hijo?

Los movimientos feministas de la actualidad, entre las valorables luchas contra el machismo y la violencia de género, también proponen desandar algunas creencias históricas sobre el género femenino.

Si la mujer nace o no con un sentido materno, es uno de ellos. Son miles quienes hoy afirman que la mujer no nació para ser madre ni se completa con eso. Otros, en cambio, sostienen lo contrario.

Lo cierto es que, con cambios de paradigmas de por medio y todo, la maternidad sigue siendo a través de los tiempos una cuestión fundacional que las tiene a ellas como protagonistas y sobre la cual se debate siempre.
Ser madres o padres y tener en cuenta "algunos números"
En un mundo con lo económico como materia reinante, para muchos resulta casi imposible pensar en la idea de ser padres o madres, sin tener en cuenta algunos números antes.

Por otro lado, están quienes afirman que ante todo deben primar las ganas de tener o criar un hijo y luego las condiciones económicas se sobrellevan en la marcha.

Pero... ¿qué cosas mueve hoy a una madre querer serlo y qué aspectos puede frenar esas ganas?

Existen países donde la idea de "planificación familiar" es casi tan importante como el acto mismo de convertirse en madre o padre.

Es decir: conocer de antemano las condiciones reales de techo, comida, educación y salud que voy a poder brindar a un hijo hasta su adultez.

Pero... ¿qué sucede en países donde la inestabilidad económica, la pobreza o las crisis constantes no ofrecen esta posibilidad?

Claro está que cada madre o padre decidirá para sus hijos la crianza en un determinando sector social o económico.

Si tener en cuenta o no la economía a la hora de pensar en la maternidad, es una de las grandes discusiones en los tiempos que corren.

Aun así... ¿cuáles son hoy esos aspectos de la planificación económica que no se pueden dejar de tener en cuenta?
"El estereotipo más fuerte es que nosotras siempre tenemos que estar ahí"
Erika Bidal, Integrante de Femimamis, señaló que "soy madre de dos. Uno cumple 8 años y mi nena tiene un año y medio. Nuestro grupo surgió en el marco de nuevas formas de pensar la maternidad desde el feminismo y la posibilidad de dejar de criar solas en nuestras casas y con nuestros bambos, sino de criar en manada. La idea es volver a la vieja idea de la tribu. Las madres muchas veces nos sentimos muy solas".

"Creemos que el feminismo se debe un poco el debate sobre la maternidad. Entendimos que la maternidad será deseada o no será y que es una elección, pero dentro de los feminismos todavía falta ampliar un poco para ver qué lugar nos queda a las que sí decidimos ser madres y queremos militar en el feminismo", dijo.

Asimismo, comentó que "intentamos ayudarnos entre nosotras. Muchas no tienen la contención. Yo vivo en Paraná pero no soy de acá, entonces no tengo una mamá, una tía, una hermana, acá".

"Nosotras lo que más hablamos es el corrernos de los estereotipos de género, de la nena y el nene. El estereotipo más fuerte es que nosotras siempre tenemos que estar ahí. El concepto de la mala madre está siempre, entre lo que le das de comer, entre lo que le pusiste, entre lo que le compraste, con qué juega. Si vos le das fideos porque no tuviste tiempo de cocinar otra cosa sos mala madre. Si le das verdura sos mala madre y así", indicó.

Dijo que "no entiendo por qué la maternidad es un territorio del que todo el mundo puede opinar y todos tienen una receta correcta".

"En la red no se trata de la soledad, de no tener un compañero o una compañera, sino del mandato de la maternidad, de la madre que todo lo puede. Nos piden que trabajemos como si no tuviésemos hijos y que criemos como si no tuviésemos trabajo. La cosa cambió. La planificación pasa por no dejar de lado la realización personal por la maternidad", agregó.
"Siempre supe que quería tener muchos hijos"
Claudia Ramírez, Madre de ocho hijos, emprendedora junto a sus hijos, remarcó que "mis hijos tienen de 28 a 9 años. Los tres mayores ya no viven en casa, dos varones y una mujer. Después mi hija de 21 que estudia Arquitectura sí vive en casa, otra de mis hijas vive en Villaguay porque estudia Kinesiología. Los tres más chicos tienen 17, 13 y 9".

"Siempre supe que quería tener muchos hijos. Siempre lo decía como un juego, como broma, pero siempre lo tuve internalizado. Era un deseo", remarcó.

Asimismo, contó que "vivo diagramando, el día a día y después vamos viendo. Si bien en la actualidad se han equiparado bastante los roles de madre y padre, todavía hay diferencias".

"Los más grandes me tiran fly, ya no hay manera. Pregunto, insisto, pero es un sí o no, blanco o negro y hasta ahí llegó el juego. Con los más chicos estoy más pendiente. Mi hija que está en Villaguay se comunica siempre conmigo, viene cada 15 días pero a mí me gusta saber qué están haciendo, qué les falta", contó.

Explicó que "siempre trabajé. Cuando me recibí de maestra estuve un tiempo sin trabajo hasta que entré a un supermercado. Cuando nació el tercero dejé de trabajar porque los dos más grandes empezaban el jardín. Después empezó un tiempo más complicado en lo económico pero puse un kiosco, no me gustaba. Seguí dando clases particulares en mi casa y hasta el día de hoy hago eso".
"La adopción no es cumplir el deseo de tener un hijo sino el de darle una familia a un niño o adolescente"
Debora Devetter, Madre adoptiva de tres niños, manifestó que "los dos nenes de 7 y 9 años eran de la misma familia biológica. El otro llegó hace 10 meses, tiene 13 años, viene de otra familia. Si bien ya pasamos el período de vinculación y de guarda, seguimos en el período de readaptación de la familia".

"Esta decisión de adoptar por segunda vez fue familiar. Charlamos con mi esposo y después con los chicos. Todos estuvimos de acuerdo, volvimos a anotarnos en el Registro. Actualmente vivimos en Villaguay. El primer día que se vieron se saludaron y se pusieron a jugar como si se conocieran de toda la vida, como si se esperaban de toda la vida. Fue lo más natural", dijo.

Asimismo, indicó que "el problema es cuando uno planifica y no llega. Uno empieza a cambiar la mirada, las perspectivas. Esto de las perspectivas sociales de si uno se casa y empiezan a preguntar para cuándo el hijo. Cuando no llega te empiezan a preguntar que qué pasa y dan 10 mil recomendaciones".

"Cuando uno está en pareja y los hijos no llegan la presión cuesta y mucho. En nuestro caso no lo tomamos tan mal pero hay otras parejas que les hace mal. También al tomar la decisión de traer niños a la familia a través de la adopción hay una mirada social extraña o fuerte, más si son grandes", manifestó.

Opinó que "uno cambia la mirada de la maternidad cuando se da cuenta que la adopción no es cumplir el deseo de tener un hijo sino el de darle una familia a un niño o adolescente. En ese momento no te infiere si tiene 8, 9 o 12 años. La experiencia en nuestro caso ha sido excelente".

"Encontrarte cara a cara con un chico de 13 años que te abrace, te de un beso y te diga que te extrañó, no tiene precio. Es igual que un niño de un año o dos", comentó.

Sobre la subrogación de vientre, contó que "es el deseo de cada una. Así como algunas eligen serlo a los 18 años otras a los 40 y nadie tiene por qué juzgar. Se tiene que separar lo que es el alquiler de vientre y la adopción".
"Uno sabe que la crianza del primero no sirve para nada en la crianza del segundo"
Claudia Filiastre es madre y abuela, jubilada. Trabajó mucho tiempo en salud. "Tengo dos hijos, uno de 34 años que es abogado, y una hija de 31 años, que es esteticista y me hizo recientemente abuela de Zoe, de dos meses y medio. Se fueron hace muchos años de mi casa", contó. "Uno se va preparando para la ida de ellos de la casa, en mi caso con el tema del 'nido vacío' uno se cree que se las sabe todas, pero hay que transcurrir ese momento", confió. Enseguida agregó: "El hecho de verlos felices y seguros de lo que hacían, con mi esposo acompañamos eso. Ellos saben que por más que estén afuera, nos tienen a nosotros, muy presentes".

El síndrome del nido vacío "ni es feo, ni es una cuestión escatológica, hay que transcurrirlo. Con el crecimiento de los hijos, uno ve que es una cuestión natural de la vida, cada uno de nosotros lo hizo en su momento. Es repensar la vida en pareja, luego de que sus hijos se van", manifestó.

"Una vez escuché que cuando los hijos se van, uno se siente que sentir afortunado, porque significa que les hemos dado las herramientas y las alas para que vuelen. Es preocupante cuando ocurre lo contrario, porque significa que algo les falta completar en la crianza", resaltó.

De la misma manera, aseveró: "madre se aprende, haciéndolo. Inclusive, uno sabe que la crianza del primero, no sirve para nada en la crianza del segundo. Gracias a Dios, cada hijo es único y hay que respetar las particularidades. Mal hace la persona que juzga la crianza de otro, hay que ejercerlo, transcurrirlo, vivir la experiencia".

Respecto de su experiencia con su hija, hoy madre, destacó: "Ella me escucha, yo la respeto mucho. Y me dice 'mamá todo bien, pero el pediatra me dijo?'. Los chicos pasaron tipo 'hamburguesa'. A mi primer hijo lo acostaba de una forma, al otro de otra, y así se fueron dando cambios con el tiempo. Yo la escucho, ella me da sus argumentos, nos respetamos y colaboramos la una con la otra".

"Hay patrones culturales que están muy arraigados. Inclusive cuando hablan del feminismo y machismo, veo incluso mujeres de mi generación que abogan por el machismo con sus actitudes que tiene que ver incluso, con una concepción psicológica de lo que es la maternidad, de esa apropiación que uno hace del niño. El dar la teta, por ejemplo, nos hace sentir las chicas superpoderosas, porque tenemos esa virtud. Cuando se produce el destete, también es un duelo porque pareciera ser como que mi figura se va desdibujando, y quien va a alimentar a esa criatura si no soy yo".

Asimismo resaltó que "a nivel legislación" también hay diferencias, porque "mi hija por ejemplo que fue madre, tuvo su licencia de tres meses, y su pareja, no. Le dan unos días apenas".

Apuntó que "la legislación ha quedado obsoleta en relación a las necesidades y las miradas actuales en relación a lo que significa la maternidad o la paternidad. Me encanta cuando los chicos jóvenes dicen 'estamos embarazados'. Esa concepción actual no está avalada por la legislación".
"A veces pienso que dos personas son muy poco para criar un hijo"
Eva Cabrera es madre de un hijo y comediante de Stand Up. "No fue planeado, vino y 'decidimos quedárnoslo'", dijo entre risas.
"El desafío de las mujeres hoy, es poder conciliar la vida familiar, con la laboral, tratar de atacar los frentes que tenemos abiertos y en todos hacerlo bien. En el marco de esa conciliación, nos cuesta mucho tener una familia numerosa. En un momento todas nos vemos malabareando con la vida cotidiana", opinó.

De la misma manera, acotó: "Sí sucede que cuando una mujer está en los treinta y pico de años, ya se nos pregunta ' y que tal? No tenés pensado ser madre?'. Tenés uno y surge eso de '¿lo vas a dejar solo?'".

"Mi pareja es quien se encarga de llevar al nene al jardín, de preparar la comida al mediodía. Tenemos una dinámica familiar que a los dos nos cierra muy bien", aseveró.

Del mismo modo acotó: "A veces pienso que dos personas son muy poco para criar un hijo; se necesitan madres, tías, amigas, gente disponible". Y además mostró su "más profunda admiración a las madres solteras que hacen todo solas y a veces no tienen el reconocimiento social a esas mujeres".
"Soy madre soltera. La voy llevando, es complicado"
Verónica González integra el Movimiento Barrios de Pie. "Soy madre de dos nenes, de 12 y 10 años", contó. "En algunos casos, hay que pensarlo mucho. Hoy en día creo que no se piensa mucho. Todo depende de la mujer, de lo que sienta", aseveró.

La mujer contó que es madre soltera, que tiene la ayuda de sus padres, "mis hijos no tienen problema y se quedan cuando yo necesito dejarlos con sus abuelos", dijo.

"Es complicado", mencionó respecto a ser madre soltera. "La voy llevando, voy yendo, viniendo", acotó.

De la misma manera aseveró: "Al no tener ayuda del padre, se me complica más, salir a trabajar, decidir qué comprar y que no". Agregó que sus hijos "conocen al padre" pero que "hace ocho años que no tienen relación con él".

"Hay muchas chicas que no tienen el apoyo de sus padres, en esos casos se complica aún más en la crianza de sus hijos. Yo vivo con mis padres y ellos me ayudan un montón", destacó.
La opinión de los panelistas
El periodista Javier Aragón, indicó que "hoy en día la lógica indica de que cuanto menos hijos se tenga mejor. El que tiene muchos es como que va en contra del mundo".

El panelista Mariano Kohan, informó que "en los momentos históricos hubo diferentes modelos. En algunos gobiernos conservadores el mandato era que la mujer se ocupaba de la casa y nada más. Los gobiernos populares empezaron a hablar de la mujer como eje pero con derechos".

El periodista Sebastián Martínez, manifestó que "se puede aceptar a la que dice que se completó al ser madre, porque es una cuestión personal, pero hay que respetar a la que lo siente totalmente distinto".

El locutor Alejandro Abero, opinó que "las cosas se han ido modificando con el tiempo. Existe aún eso del prurito sin dudas, esa cosa de la mala madre todavía existe pero se va modificando".

El conductor del programa, Lalo Foncea aseveró: "Estamos frente a un cambio de paradigmas en varios aspectos que están relacionados con la maternidad, por ejemplo, la edad a la que hoy se es madre, las formas a las que las mujeres acceden a esa maternidad, la planificación, las cuestiones económicas, ¿hoy va de la mano con el deseo?, entre otras cuestiones. Hoy se deconstruyen muchos conceptos".

La periodista Luz Alcain resaltó: "La maternidad será deseada o no será". Mencionó que sintió "la necesidad de ser madre y pensó 'esto es la vida, está buenísimo. Uno toma una dimensión diferente de la vida. Fue absolutamente deseado durante mucho tiempo".

La periodista Ana Tepsich planteó: "Creo que es un sentimiento, tenés o no tenés ganas de ser madre. En mi caso, en un momento dije 'quiero tener un hijo' y era una necesidad que tenía. Seguramente a otras mujeres no les pasa".
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