Sociedad Y? "¿el miedo a volverse loco?"

El Ventilador: el estigma de la locura, mitos y tabúes de la Salud Mental

Hoy se celebra en el mundo un nuevo Día de la Salud Mental. Y si bien las prácticas han ido evolucionando y la información es más accesible, los mitos y prejuicios sobre las personas con algunos de estos padecimientos siguen siendo muchos.
Este año se realizó en Argentina el primer Censo Nacional de Personas Internadas por Motivos de Salud Mental. Y el resultado indica que actualmente son más 12 mil las que permanecen en hospitales psiquiátricos.

Además la estadística arroja que el tiempo promedio de internación es entre 8 y 12 años en el sector público y 4 en el privado.

Pero... ¿cuál es hoy la realidad de quiénes están internados en estas instituciones, cuáles son las prácticas y qué dice la legislación?

Si bien es cierto que siguen siendo numerosos los casos de internación y permanencia, los hospitales psiquiátricos vienen experimentando una sucesiva reestructuración.

La Ley Nacional de Salud Mental, aprobada en 2010 y reglamentada tres años después, busca promover una mejor inserción social y laboral de las personas con padecimiento mental. Con ella se busca reemplazar la práctica de internación por sistemas de atención comunitaria, garantizando los derechos civiles a los pacientes.
Pero... ¿cuál es la respuesta de los familiares y la comunidad toda a esta propuesta de integración?

¿Qué aspectos contiene la Ley que hoy todavía no se apliquen y por qué?

Entre Ríos cuenta con grandes instituciones estatales de este tipo, como el de Federal, Rosario del Tala o el de Paraná mismo.

Históricamente fueron considerados psiquiátricos o manicomios, pero hoy se encuentran readecuando sus funcionamientos a las nuevas normativas.

¿Sucede lo mismo con el resto de estas entidades públicas y privadas en la provincia?
¿Qué dicen las estadísticas en la provincia de Entre Ríos?
Desde la ansiedad, pasando por la depresión y hasta la esquizofrenia, los prejuicios contra quienes conviven con padecimientos mentales son muchos.

Actualmente las diferentes afecciones de salud mental se encuentran en aumento en todo el mundo y Argentina no es la excepción.

Hoy se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental y un informe de la Organización Mundial de la Salud revela que1 de cada 3 personas en el mundo padece o padecerá algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida. Y señala además que las personas con trastornos mentales severos mueren hasta 20 años antes que la población general. Es decir, no hay salud sin salud mental.

Entonces... ¿está preparado hoy nuestro sistema de salud para atender todos los casos de padecimientos relacionados con la Salud Mental?

Son varios los especialistas que aseguran que en tiempos como el actual, con altos índices de personas que sufren diferentes cuadros de ansiedad, se evidencia un notable crecimiento de la "agateofobia". Es decir: el famoso "miedo a volverse loco", como suele decirse popularmente.

Es que, aseguran, los sentimientos de descontrol y desorden de los impulsos que provocan este tipo de estados, suelen causar miedo y más angustia.

Pero... ¿es habitual que situaciones como estos terminen en internación? ¿Pueden convertirse en afecciones crónicas aquellos casos no atendidos a tiempo?
"Ha evolucionado la concepción de la salud mental y el rol del usuario"
Mauricio Rubén Díaz, Licenciado en Psicología y director del Hospital Colonia Dr. Raúl Antonio Camino de Federal, señaló que "hace 11 años que trabajo en salud mental y estamos transitando todos estos cambios. La institución está alejada del ejido urbano y es uno de los lugares más grandes como institución, porque tenemos casi 30 hectáreas. Está ubicado sobre lo que antes era la base del ejército. Tiene mucha historia".

"Ha evolucionado la concepción de la salud. Han variado muchísimo las investigaciones en salud mental, han evolucionado las cuestiones que tienen que ver con los psicofármacos, pero también el concepto del ser, de la persona que padece, que está enferma de su mente. Antes de regía por el modelo médico hegemónico, donde sólo el médico tenía la única palabra", comentó.

Dijo que "un padecimiento mental puede tener diferentes cualidades. Hay padecimientos profundos, tradicionalmente eran los padecimientos que terminaban dentro de lo que era un hospital de salud mental. El padecimiento es una condición del ser humano. Cuando se vuelve patológico es algo para atender".

"En el Hospital Colonia en este momento tenemos 85 personas internadas, en los inicios había 300 personas o más", indicó.

Asimismo, remarcó que "casos extremos como matar a alguien son repudiables pero pueden estar dados dentro de un contexto de patología. Una persona puede tener una percepción totalmente distorsionada de la realidad, puede tener una alucinación, un delirio y pueden darse situaciones como éstas, no necesariamente es culpable porque no es dueño de sus actos. Son evaluados por los equipos médicos".
"La internación es el último recurso, trabajamos acompañándolos en sus casas"
María Belén Aranguiz, Licenciada en Enfermería, supervisora y coordinadora del equipo de Atención Primaria y Prácticas Comunitarias del Hospital Colonia de Federal, dijo que "hoy la ley nos pide que podamos trabajar más en comunidad que adentro de la institución. Trabajo con un equipo interdisciplinario. Nos dedicamos a acompañar al paciente, trabajamos con él en su domicilio y nuestro principal objetivo es poder evitar las internaciones, que es el último de los recursos".

"Trabajamos con la Policía, con los Juzgados, hacemos oficios que llegan al hospital cuando surge una situación determinante. Lo que intentamos hacer es que la familia comprenda que el usuario atraviesa una patología como cualquiera clínica. Una vez que está compensado y tranquilizado debe volver a su casa. Acompañamos desde todos los ámbitos, desde reubicarlos en un lugar que puede ser escolar, un taller, un sitio donde tenga espacio, horarios y demás", señaló.

Asimismo, manifestó que "no trabajamos dentro de la institución sino fuera. Ahora les decimos usuarios porque el término cambió, dejó de ser una persona que está a la espera de una atención para ser una persona con derechos. Hace uso de un servicio de salud".

"Una vez que desde la institución el médico psiquiatra, el psicólogo y el equipo de enfermería determina que el usuario está en condiciones, que está estable para volver a su casa, nos coordinamos interdisciplinariamente, vamos al domicilio, hablamos con ellos, les decimos cuándo va a venir, qué va a hacer, les damos tips en cuanto a su patología. Hay familias que se niegan pero con el acompañamiento, con estar de forma permanente nosotros, se van adaptando. Al no sentirse la familia sola, porque saben que hacemos guardias las 24 horas del día, llaman y estamos. Los profesionales vamos al domicilio, evaluamos al usuario y vemos en qué situación está", agregó.

Además, indicó que "tenemos un promedio de pacientes en consultorio externo de 300 personas, mientras que internadas hay 85. Ese grupo de personas son contenidas por profesionales".

"Al llegar la ley nos da muchas herramientas para poder trabajar en esto de poder dar alta, algo que antes era muy difícil. La ley vino a acompañarnos, a darle un derecho a un sujeto que lo había perdido", manifestó.

Remarcó que "tratamos trastornos mentales pero también adicciones. En ese caso el usuario concurre a un turno con el psiquiatra, se evalúa con el equipo interdisciplinario, se plantea un plan de tratamiento. Hay personas de todas las edades. Muchas veces llegan por propia voluntad y otras porque su familia no puede contener más la situación y hacen una denuncia al Juzgado, que eleva un oficio para que sea evaluado".
"Antes la salud mental era tabú, pero es como cualquier patología: se diagnostica, trata y se puede curar o no"
Jorge Galeano, jefe de la División Enfermería del Hospital Colonia de Federal, manifestó que "el hecho de trabajar en salud mental se dio por cuestiones de la vida. Fue un desafío. Más allá de que uno estudia en la facultad y ve todas las características de un paciente que tiene un padecimiento mental, llegar y ver esa situación de cómo viven, cómo están en su momento, es distinto. Trabajo hace 16 años en esto".

"Estamos intentando acompañar este proceso de cambio. Hay muchos profesionales, es un equipo muy grande y trabajamos a pulmón, a conciencia, pero sobre todo pensando en el usuario", señaló.

Asimismo, dijo que "los recursos siempre han estado. Siempre se intentó dar cumplimiento a la ley, más allá de que ahora está la ley y que da un marco legal. Antes también se intentó trabajar dando un trato humanizado del paciente como sujeto de derecho. Está el miedo de los compañeros de trabajo, incluso enfermeros, de que el hospital se cierre y quedemos sin trabajo. Uno lucha para que se cumpla la ley y de mostrarle a los compañeros que eso no va a pasar, que al contrario, que vamos a tener más trabajo porque vamos a salir a la calle a contener a las familias, hay que trabajar con otras instituciones".

"Antes la salud mental era un tema tabú, no se podía hablar. Ahora la ley acompaña y da una herramienta o impulso más para decir que la enfermedad de salud mental es como cualquier otra patología que se diagnostica, se trata y se puede curar o no, pero se puede hacer en la casa", agregó.
"El paciente es un sujeto de derecho que puede elegir"
Roxana Kinder, Trabajadora Social, indicó que "trabajo dentro del dispositivo del Hospital de Día, que funcionaba dentro del Hospital Escuela. Hubo un pedido para funcionar fuera de la institución porque sostenemos el tratamiento ambulatorio, no tanto en la atención de consultorio, sino en la posibilidad del tránsito de los usuarios en otros espacios que tienen que ver con lo laboral, con el arte, con la actividad física, con poder elegir dónde insertarse".

"Entendemos la locura desde otro lugar, no desde lo impuesto, sino desde que el paciente es un sujeto de derecho que puede elegir", comentó.

Asimismo, explicó que "tengo 23 años en salud mental y tengo un recorrido largo. La Colonia de Diamante y la de Federal fueron Colonias nacionales. En la época militar se usaban de depósito. Con la Ley de Salud Mental se considera a la salud mental dentro de los derechos humanos".

"Externaciones tuve varias, dos muy dolorosas. Un hombre que tenía más de 50 años estaba hace 30 internado en la Colonia de Diamante. Era NN, porque el nombre y apellido que tenía se lo había dado la gente del hospital. Se dio en la época de la vuelta a la democracia y fue muy difícil poder rearmar las instituciones y el sistema de salud. Tuve también una externación fracasada: un pibe de 18 años tuvo una mala acción y un juez decidió internarlo. Se lo declaró insano. En aquel momento la justicia tenía la última palabra. Considero que una persona de 18 años con un impulso de una única vez y teniendo una familia, una revinculación que lo puede sostener por fuera de lo institucional y no poder hacerlo, es doloroso", señaló.

Dijo que "todavía la locura está muy asociada al miedo. Poder entender que podemos trabajar la locura desde una institución de puertas abiertas y entender de que con esa persona podemos tomar mate, andar en la calle, asistir a un evento público, sigue siendo tabú".

"Sostenemos el trabajo preventivo. Si nuestro trabajo es como nos está acompañando la ley y como lo estamos haciendo junto a la comunidad, hay un montón de cosas que se pueden prevenir", resaltó.
"No pensamos en un tiempo cronológico de internación, sino que cada persona vea cómo se va pudiendo reencontrar"
Sol Reali, terapista ocupacional, integrante del equipo de Casa de Medio Camino del Hospital de Salud Escuela de Paraná, informó que "es un dispositivo clínico, habitacional en el que actualmente se encuentran transitando este proceso cinco usuarios de larga data de internación".

"En la Casa no pensamos en un tiempo cronológico de internación para que una persona pueda sentirse apta para retornar a su ambiente y sus familias. Es un tiempo que tiene que ver con cómo la persona se va pudiendo reencontrar. Alguien que estuvo 20 o 30 años viviendo en un hospital debe volver a adaptarse a luego tener que vivir en una casa", comentó.

Asimismo, dijo que "el problema de la locura es relativamente nuevo para la ciencia. Hay un equipo interdisciplinario en la Casa que trabaja por la mañana y por la tarde para organizar las actividades cotidianas. Comparten habitaciones los usuarios. Hacen todo: cocinar, lavan ropa, hacen mandados, tienen actividades recreativas y formativas, asisten a sus tratamientos, visitan a familiares. Es la vida de la persona".

"Es un proyecto deseado de muchísimos años y muchísimos trabajadores pero se concretó en 2018 en el marco de lo propuesto por la ley. Estamos en un proceso. Es impresionante el efecto subjetivo que tiene para las personas que han estado", agregó.
"Aceptar o pensar la lógica que se proponía la Ley de Salud Mental, causó resistencia en un comienzo"
Daniela Páez es licenciada en Enfermería, integrante del equipo de la división de Enfermería del Hospital Escuela de Salud Mental. Contó que cuando ingresó al nosocomio "la modalidad de trabajo era puramente hegemónica, en estos 15 años hemos podido ver la evolución que ha tenido. Al médico le ha costado readecuarse a este modo, a este modelo de trabajo que militamos. Entendemos que el modo de abordar el padecimiento mental debe ser interdisciplinario, que el saber de cada una de las disciplinas, lo que hace al abordaje es enriquecerlo".

De la misma manera, puntualizó: "Tenemos que pensar que cuando comenzó esta movida de cambio, había médicos que llevaban muchos años en la institución. Aceptar o pensar la lógica que se proponía, sí causó resistencia. Hoy ha cambiado la situación, todos los días trabajamos en esta necesidad de hacer un trabajo conjunto, interdisciplinariamente. Es una construcción diaria".

"Respecto del uso de la institución con pacientes que llegan por consumos problemáticos, a veces interviene el juez, en esta situación que piden evaluación, y muchas veces hace esa intervención para que la fuerza pública lo lleve a la institución. Por ahí la idea es sacar de foco la criminalidad ligada a las sustancias. Hay que sacar la idea de peligrosidad por el consumo", aseguró.

Mencionó que se desempeña en el área de formación de recursos humanos en enfermería. "Trabajamos fuertemente esta idea, en Cruz Roja y Uader, para hacer el pasaje con los estudiantes, para que vean que esa idea, esa construcción social, es un mito".
"Al Hospital Escuela le hace ruido tener cada vez más policías, custodiando a quiénes están en procesos judiciales o que tienen sentencia"
La licenciada Laura Lavatelli pertenece al área de Comunicación del hospital Escuela de Salud Mental. "Hace catorce años que empezamos a trabajar en el Hospital Escuela, con una experiencia que tiene hoy una trayectoria enriquecedora pero que en sus comienzos fue muy incipiente. Hoy realmente marca un hito en el país, de la inclusión de los comunicadores sociales en el campo del trabajo de la salud mental".

"Se trabaja por lo menos en tres líneas, que hemos ido definiendo con el tiempo, una tiene que ver con las representaciones sociales, que es lo que entiende la gente en cuanto a la locura; otra tiene que ver con el trabajo institucional, organizacional, hay mucha complejidad para abordar, son lugares grandes y por eso al interior de la institución hay que trabajar muchísimo, y tenemos también como 'La Colifata' , nuestra 'Bisagra' que es la radio abierta y andariega del Hospital Escuela que ya tiene 14 años", relató.

Actualmente en Paraná hay internadas "62, 63 personas. El promedio de internados en el Hospital Escuela era de unas 100 personas, teniendo en cuenta los últimos 15 años, más o menos", dijo.

El Hospital Escuela "es referente en la provincia, por lo que muchas veces llegan de otros lugares de la provincia. Lo ideal y teniendo en cuenta la Ley de Salud Mental, es que las internaciones que tienen que ser breves, según la ley, deben ser lo más cerca posible del domicilio de esa persona", contó.

Dijo asimismo que en Entre Ríos "nos está costando esto de implementar la ley de Salud Mental, en lograr que en los hospitales generales, que son muchos más y están cubriendo todo el territorio provincial, se puedan abrir servicios de salud mental, como tienen servicios de cirugía y demás". Mencionó que "hay servicios de salud mental en algunos, que cuesta bastante, hay que decirlo, pero sin internación".

Puntualizó también que "es muchos más costoso tener una persona internada, en un hospital público, viviendo, que apostar a un presupuesto que debe ser mayor y que no alcanza, para tener dispositivos en el territorio, en la comunidad y salir del hospital".

"En el hospital tenemos 340 trabajadores distribuidos en toda la estructura, que tiene hoy, después de mucho tiempo, una casa de medio camino, que es uno de los dispositivos que la ley menciona, que sirve para transitar el proceso de externación. Por allí a veces hay que ver el proceso para que la familia vuelva a alojar a ese familiar, construir ese vínculo, pero cuando no hay familia, hay que trabajar con esa persona autónoma, para que pueda tener una vida normal como cualquiera de nosotros", comentó Lavatelli.

¿Se llega por propia voluntad? "Hay algunos que llegan por voluntad propia, hay quienes llegan por alguna derivación o por decisión de un juez o presentación en la Defensoría.
Ahí hay un encuentro de dos lógicas diferentes, donde en cada uno de los lugares, tanto en justicia como en salud, hay trabajadores de salud haciendo evaluaciones, pero son dos lógicas de trabajo diferente. El hospital viene sosteniendo desde hace tiempo encuentros con la justicia para ver de qué manera engarzar estás lógicas diferentes. Al hospital escuela, en las salas de internación de puertas abiertas le hace ruido tener cada vez más policías, custodiando a personas que están en procesos judiciales o que ya tienen su sentencia y que no tienen otro lugar donde alojarse", resaltó.

En relación a la implementación de la ley, agregó: "Hay dos grandes perspectivas, si simplificamos, por un lado está la que llamamos médico hegemónica, que no son sólo potestad de los médicos, que tiene que ver con un modo de entender el padecimiento mental o la locura, donde hay más una perspectiva biologicista, donde el médico sigue siendo el Dios que tiene la autoridad para resolver la vida de las personas que asisten. Después estamos quienes pensamos y sostenemos en el marco de esta ley, que son personas, que son sujetos de derecho y que merecen tener una vida como cualquiera de nosotros. Entendemos que enferman en la sociedad, por lo tanto deben curarse en la sociedad, estabilizarse en la misma sociedad que los enferma".

"Creo que tenemos una deuda los trabajadores de salud y que debemos hacernos cargo. No estamos pensando en las familias, en algún momento hubo dispositivos en el hospital donde se trabaja con los familiares", hizo hincapié.
La opinión de los panelistas
El periodista Javier Aragón, indicó que "se busca humanizar más a las personas que tienen estos problemas y no estigmatizarlo como loco que tiene que estar encerrado en un lugar para toda la vida. Eso afortunadamente ha cambiado. Se les dan más derecho a las personas".

El panelista Mariano Kohan, dijo que "venimos de una cultura que en la antigüedad la locura era una cuestión absolutamente cómoda a la que no sabían cómo resolverla. Había episodios donde los subían arriba de un barco y los largaban al mar. Ahora se dio un gran cambio de paradigma".

El periodista Sebastián Martínez, señaló que "antes se usaba la lógica de institucionalizar las personas, los mal llamados locos representaban un riesgo para un tercero y se los encerraba. Ahora es distinto, la nueva ley supone un abordaje interdisciplinario".

El locutor Alejandro Abero, manifestó que "nadie está exento de nada. Hay situaciones complicadas que tienen que ver con complicaciones de autodeterminación, de pasar por momentos de crisis".

El conductor del programa, Lalo Foncea, afirmó que en El Ventilador de este jueves "derribamos prejuicios, empezando por la palabra locura; la tenemos incorporada incluso en dichos populares como 'me vas a volver loco'. Este jueves deconstruimos un montón de cosas. Hay temas tabú, hay otros de los que no se habla, tal vez por desconocimiento, habrá que ver de qué lado está este tema".

La periodista Luz Alcain afirmó que "hay un desafío que es el cumplimento efectivo de la Ley de Salud Mental en todo el país y que tiene que ver con la presencia activa del Estado. Tal vez estemos remando de vuelta, para recomponer algunas cuestiones". En tanto, mencionó que en la provincia de Entre Ríos "tenemos 342 personas internadas, de los cuales 2312 están en el sistema público y 111 en instituciones privadas".

La periodista Ana Tepsich interrogó sobre la necesidad de que "la familia de la persona internada cuente con asesoramiento, para saber qué hacer y qué no, cómo manejarse con este tema".
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