A su vez, la doctora Dubasti detalló que "el mensaje es que necesitamos donantes voluntarios porque tenemos un bajo porcentaje, sólo el 2 por ciento de argentinos son donantes voluntarios. La mayoría de los donantes son por reposición cuando tienen un familiar hospitalizado. Queremos donantes voluntarios, repetitivos y habituales".
Las estadísticas no son motivo de satisfacción alguna, propio en parte, de dos factores que la mencionada especialista detalló, por un lado al considerar que "la hemoterapia es una especialidad joven que tuvo su aparición de la mano con el sida, y los mismos hemoterapias estamos luchando para que sea reconocida por las otras especialidades". Por el otro, el desconocimiento y el temor a contagios, afecciones, y mitos o preconceptos frenan todo tipo de voluntad.
En este aspecto, Dubasti dejo en claro que "no se pueden contagiar ningún virus porque es todo material descartable. El donante no tiene que venir en ayunas, puede consumir lácteos, no le va a pasar nada a nadie, y lo más importante es no venir con temor, pesar más de 50 kilos, entre 18 y 65 años, no haber contraído hepatitis a partir de la adolescencia, e incluso puede tener tatuajes, si estos se los realizó en un período superior a los seis meses".