Sociedad "Sólo conocido por Dios"

Entronizarán en Gualeguaychú la placa del soldado Mosto que estuvo en Malvinas

En la Catedral San José, se entronizará la placa que reza "Soldado sólo conocido por Dios", que estuvo durante 36 años en la tumba donde descansaban los restos del Carlos Mosto, que combatió en las Islas Malvinas.
El viernes 22 en horas de la mañana, está previsto un homenaje al soldado Carlos Mosto. La placa que recuerda al joven caído en la Guerra de Malvinas y Atlántico Sur, será entronizada en la Catedral San José de la ciudad de Gualeguaychú. Se trata de la lápida que durante 36 años estuvo en la tumba de Mosto en el Cementerio Argentino de Darwin.

El descubrimiento del mármol "Soldado sólo conocido por Dios" estará enclavado en una de las paredes de la iglesia. Los restos de Carlos Mosto fueron localizados el año pasado luego de una labor humanitaria entre Cruz Roja Internacional y el Equipo Argentino de Antropología Forense.
El lunes 26 de marzo de 2018, un cielo celeste cubierto de algunas pinceladas blancas y un viento en ráfaga incapaz de detener la fuerza de voluntad de esas madres, hijos, hermanos y familiares, recibió en el Cementerio de Darwin al contingente de 200 argentinos que participaron de la ceremonia de instauración de los nombres de 90 héroes que figuraban como "soldado sólo conocido por Dios".

Hace sólo unos días atrás esa escena se repitió con otro grupo que elevaron a más de 110 las localizaciones. Sólo resta conocer el sitio donde están los cuerpos de 12 combatientes en la guerra, destacaron los grupos de familiares de las víctimas de Malvinas.

Aquel día de hace un año, será tan emotivo como este viernes, en Gualeguaychú cuando aquel granito negro rememore a Carlos Mosto en la Catedral.

En su momento, Elsa Mosto, hermana de Carlos compartió sus sentimientos: "Nos cambió la vida poder acariciar sus cruces. Fuimos con mi hija María Evangelina y viajamos en el segundo avión que aterrizó en Malvinas para localizar la tumba de mi hermano, no para identificarlo porque cada soldado cuando pisó esa tierra ya tenía su propio nombre y apellido", aclaró a Reporte 2820.
"Pisar tierra es lo más grande que nos puede pasar y llegar al cementerio con el dato de la localización de Carlitos fue increíble, algo demasiado grande. Cuando llegamos di los pasos más rápidos que podía y con los ojos cerrados fui al sitio donde está mi hermano. Me arrodillé en su tumba y lloré hasta sentir una paz muy grande. Sentí que me dejó llorar, desahogarme, sentí su abrazo y luego una paz enorme", narró con la voz temblorosa".

En 1982, Mosto tenía 23 años, una novia, cinco hermanos y estudiaba medicina en la Universidad de La Plata, por eso, durante la guerra se desempeñó como paramédico. El 22 de marzo pasado se cumplieron 59 años de su nacimiento.
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