Paula Aresti Astica y su esposo, Julián León Parro, de 83 años, estaban alojados en el hotel chileno Termas de Puyehue, a pocos kilómetros del paso Cardenal Samoré, y el 24 de enero viajaron a Villa La Angostura (Neuquén) para almorzar, pero desaparecieron luego de cruzar la frontera. Personal del hotel y familiares dieron la alarma el mismo miércoles, cuando el matrimonio no regresó a Chile, y comenzaron a buscarlos a lo largo de los 114 kilómetros entre su lugar de alojamiento que separan el hotel de la localidad neuquina.
Cinco días después, el lunes a la noche, y tras la incorporación a la búsqueda de un helicóptero chileno, los hallaron dentro del auto que volcó y se desbarrancó a poco de traspasar la frontera. Personal de Gendarmería y bomberos de Villa La Angostura constataron la muerte del hombre y dispusieron el traslado urgente de la mujer a Bariloche.
La Policía de Neuquén estimó que el matrimonio se desbarrancó con su auto Mercedez Benz frente a la laguna Totoral, apenas dos kilómetros después de completar los trámites fronterizos argentinos, y que nunca llegó a Villa La Angostura como tenía planeado.
La mujer pasó cinco días a la intemperie junto al cadáver de su marido y, pese a que estaba consciente cuando llegaron a rescatarla, ingresó al sanatorio San Carlos con un cuadro de deshidratación profunda, insuficiencia renal e hipotermia severa.
El director de la clínica, Mariano Trevisán, informó hoy que la mujer tuvo una importante mejoría en las últimas 24 horas, superó la insuficiencia renal y avanzó hacia una estabilización general. "Sigue en terapia intensiva, con asistencia respiratoria mecánica, y su evolución es favorable en el marco de la gravedad de su cuadro", afirmó Trevisán en un parte de prensa.
Los Andes
