Carlos Andrade, integrante de Más ríos menos termas, expresó su malestar: "Tendría que pensar una palabra que no sea tan insultante porque la verdad que parece una burla. Es terrible que se haya planteado así cuando justamente una de las cosas por los que nacen nuestra asamblea no era prohibir una terma sino que las termas funcionen como debe ser con el cuidado del ambiente, que haya control".
Andrade recordó que el Ente regulador de recursos termales de Entre Ríos (Errter) "ya en 2005 recomendada que no se hicieran más termas y siguieron; hay más proyectos de termas".
"Por ahí se clausura momentáneamente pero a la semana están funcionando y no hay ningún control de nada. Es una vergüenza que la provincia encima perdone de esa manera", lamentó.
Por su parte, Elio Kohan, integrante de la misma organización cuestionó que "intereses privados de los mismos de siempre y sus amigotes se disfracen de generación de fuentes de trabajo o desarrollo, hipotecando el agua de dulce de un futuro no muy lejano". (AIM)