Sociedad De recolectores a bomberos

Héroes: Recolectores salvaron a ancianos que quedaron atrapados en un incendio

Hacían el recorrido en su camión y, al ver el fuego, no dudaron en ayudar. Salvaron a una mujer de 84 años y a su marido de 82, que habían quedado atrapados en la habitación, mientras la casa se incendiaba.
De recolectores de basura a héroes en una noche. Héctor Ferreyra (41), Gustavo Gómez (38) y Gonzalo Saavedra (30) "cambiaron" de oficio para convertirse en bomberos: se metieron en una casa que se incendiaba en Olivos y rescataron a una pareja de jubilados que había quedado entre las llamas.

Fue una "tragedia con suerte", como la definió en diálogo con Clarín Leonardo Casanova, hijo de Angel (82) y Olga (84), todavía shockeado por la situación que sus padres sufrieron en la vivienda familiar de Bouchard al 2300.

"Estábamos arriba del camión de basura y justo esa noche cambiamos el recorrido porque salimos tarde de la planta. Siempre arrancamos por Bouchard, la cuadra de la familia Casanova, pero el miércoles de la semana pasada la dejamos para el final", detalla Ferreyra, chofer y protagonista de esta historia. Si hubiesen pasado al principio, no habrían visto el incendio.

El destino quiso que minutos después de las 20, cuando transitaban por la cuadra, Gómez sintiera olor a humo. Les advirtió a sus compañeros y los tres sin dudarlo se bajaron del camión para ver qué ocurría. Al percatarse que la casa se estaba incendiando, comenzaron a golpear la puerta y a alertar a los vecinos linderos, que salieron a la calle. En ese momento, se enteraron que allí vivían dos abuelos.

"Golpeamos la puerta pero no salía nadie, hasta que Olga, ayudada con su andador, logró abrir la puerta y se desplomó", comenta Saavedra.

En medio de la desesperación, la mujer empezó a gritar el nombre de su marido. "Paramos a un patrullero y uno de los policías se metió en la casa, pero tuvo que salir ahogado por el humo", cuenta Ferreyra, quien en medio de la desesperación se animó a ingresar. "Tomé aire, me encapuché con la campera de la empresa (Transportes Olivos) y me mandé. Sólo veía fuego y humo, rogaba poder ver a Angel. Increíblemente vino un golpe de aire y lo vi en su cama. Lo agarré para sacarlo justo antes de que todo se consumiera por las llamas", señala.

Ninguno de los presentes podía creer lo que veía: "No sabemos cómo lo hizo, porque la cantidad de humo era infernal. Pero lo salvó", resalta Saavedra.

"Mi papá no puede caminar, por eso estaba en la cama. Al parecer la estufa prendió fuego una frazada y se estaba propagando. Héctor lo sacó justo porque el fuego ya le había quemado una parte del brazo. Son tres verdaderos héroes", indica Leonardo.

"Si los muchachos tardaban cinco minutos más morían los dos, y si pasaban antes no se daban cuenta", remarca.

Y agrega: "Mi mamá, a pesar de tener reducida la audición, sintió cómo intentaban abrir la puerta, y con la fuerza que le quedaba agarró el andador y tanteó para encontrar la llave de la puerta. Fue un milagro".
Olga está fuera de peligro e inclusive ya fue dada de alta en el Hospital Houssay, de Vicente López, pero todavía se encuentra en el área de internación, ya que no consiguen un lugar para que viva hasta que la casa se pueda volver a habitar. Angel está más delicado, tratando de recuperarse ahora en una clínica de Capital.
La solidaridad de los vecinos
La casa de los Casanova, donde vivía el matrimonio de ancianos y su hijo Leonardo, quedó prácticamente destruida por las llamas y los vecinos se autoconvocaron vía Facebook para colaborar en su reconstrucción.

"Podríamos juntar cosas para cuando vuelvan"; "si necesitan una mano con la pintura, estoy disponible" o "cambiemos una tarde de mates por ir a ayudarlos con los arreglos", fueron algunas de las ideas que surgieron en el grupo "Gente de Olivos".

"Estoy impactado y agradecido por la solidaridad y la colaboración. Siempre fueron buenos con nosotros, pero esta vez me demostraron que tienen un corazón gigante. Me hacen sentir acompañado", remarca Leonardo.

"No quiero plata porque se puede malinterpretar. Pero lo que sí pido es un lugar para que viva mi mamá", indica.

Estiman que demorarán tres meses en reparar los daños: "Mi papá pagaba un seguro y me piden la constancia de los bomberos. Pero como no me dan el acta aún, no puedo entrar al lugar para ver cómo está", explica.
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