Sociedad La primera Navidad de María Antonia

El emotivo agradecimiento de una madre a quienes cuidaron de su beba prematura

Una familia agradeció a médicos y enfermeros que cuidaron a su beba prematura durante su internación en Neonatología del San Roque. "Nos enseñan con paciencia y cariño, nos abrazan, lloran de emoción, responden mil veces la misma pregunta".
María Antonia nació el 12 de marzo con 25 semanas de gestación y desde allí permaneció internada en el servicio de Neonatología del hospital materno-infantil San Roque de Paraná, con la única y destacada compañía de médicos y enfermeros que allí se desempeñan.

Fue gracias al trabajo que estos profesionales de la Salud que movieron cielo y tierra para que la beba prematura saliera del servicio con una familia que la proteja y le brinde todo su amor de padres.

Lucas y Luciana, quienes permanecían inscriptos en el Registro de Adoptantes desde 2011, no dudaron en aceptar a María Antonia como su hija del corazón. Desde mediados de julio comenzaron con el proceso de vinculación y finalmente cuando María Antonia recibió el alta médica, conoció a su nuevo hogar.

La beba ya lleva cinco meses junto a su familia y ese será su regalo para estas Fiestas.

Es por eso que Luciana, agradeció a través de Elonce.com la destacada labor que realizaron médicos y enfermeros del servicio de Neo del San Roque para el cuidado de los prematuros.
A continuación, la emotiva carta a los trabajadores:

Estas palabras están dirigidas a quienes trabajan en Neonatología del Hospital San Roque, a aquellas personas que conocimos en el momento más importante de nuestras vidas, estas palabras intentarán reflejar algo de la realidad que hemos vivido.

Recuerdo el día que entramos por primera vez a Neo, quién nos recibió, quién nos indicó de qué modo debíamos tratar a nuestra hija, qué ponernos, cómo comunicarnos con ella, y lo principal, qué era lo que nuestra beba necesitaba. MUCHO AMOR, el mismo amor que ellos le brindaron.

Queremos hacer mención a la calidad humana, jamás antes vista de todos los profesionales, entre los que se encuentra Mercedes Sallenave, quién con tanta dulzura calmó nuestras ansiedades, y nos llevó a estar con nuestra hija, a Valeria Blanco, que nos atendió tan amorosamente y nos comentó lo que significaba para ellos, nuestra beba, y lo que había generado en el corazón de todos, y a Rocío, que lloraba de emoción cuando supo quiénes éramos.

No sólo hemos sido testigos de todo el amor con que tratan a todos los bebitos, tan chiquitos, tan indefensos, sino también, todo lo que hacen por nosotros, los padres, nos enseñan con paciencia y cariño, nos acompañan, nos abrazan, lloran de emoción, responden mil veces la misma pregunta, nos capacitan, y nos ayudan a ser cada día mejores padres de nuestros hijos, que se adelantaron, a salir a este mundo, en el que gracias a Dios están ustedes queridos médicos y enfermeros, que los ayudan a salvar sus vidas, sobre todo, por la fortaleza y el amor que les transmiten, manifestado en cada gesto dulce, cada mirada tierna, cada sonrisa compinche, cada guiño de ojo dándoles aliento para salir adelante!!!.

Por eso, necesitamos hacerles este reconocimiento a todos y cada uno de los profesionales que atendieron a nuestra beba desde el primer momento, a quienes lucharon para que tenga una vida llena de amor, por mimarla tanto, por cobijarla, y hacerla soñar con una vida hermosa. Gracias a Bárbara Paskvan, Analía Picotti por luchar por ella y su familia, a Marita Sosa por las corridas para atenderla todos los meses en el control estricto en Alto Riesgo, servicio que gratuitamente les brindan a nuestros hijos.

Gracias al Dr. Andrés Schenquer, Dra. Lisandra Ortelado, Dra. Flavia Lell, Dr. Esteban, Dra. Valeria, y los enfermeros, Jorge, Lisandro, Rocío, al personal de limpieza, y a tantos otros que lamentablemente no recordamos sus nombres, pero sí sus rostros, y la buena predisposición todos los días.

Y una mención especial, se merece para nosotros Vanesa Mendieta, a quien consideramos el Ángel Guardián de nuestra hija amada, vos Vanesa, la intuiste, la miraste más allá de sus ojos, entendiste lo que ella quería decir, la salvaste, la acompañaste, la mimaste, la abrazaste, la besaste, le diste calor, la amaste. Siempre serás un ser especial en su vida, te debemos tanto!!!

A todas las hermosas personas que nos siguen acompañado, ahora ya como una familia bien constituida, les damos las infinitas gracias, y queremos hacerles saber que jamás olvidaremos todo lo que han hecho, sepan también que nuestra hija, sabrá de Ustedes, nosotros nos encargaremos de que ella también los tenga siempre presentes, como su gran primer familia.

Infinitas gracias a todos los que lucharon por ella, a los que nos dieron palabras de aliento, a todos, absolutamente a todos los que inclusive sin conocernos están felices como nosotros de poder contar esta hermosa historia, una historia que Dios creó detalladamente para ella, en la que puso personas con tanto amor para dar, y para nosotros que creemos ciegamente en que el amor, todo lo puede.
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