Política “Uno de los grandes hombres de la democracia”

Jorge Busti recordó a Luis Brasesco al cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento

A modo de recordatorio del fallecido dirigente radical, el ex mandatario provincial realizó una síntesis de un trabajo académico que presentó en la Universidad Nacional del Litoral para la Maestría en Ciencias sociales.
El ex gobernador Jorge Busti recordó al dirigente radical Luis Agustín Brasesco al cumplirse mañana el primer aniversario del fallecimiento. Para la ocasión y a modo de recordatorio el ex mandatario provincial realizó una síntesis de un trabajo Académico que presentó en la Universidad Nacional del Litoral para la Maestría en Ciencias sociales.

Agustín Brasesco: El hombre que quedó entre los grandes hombres de la democracia argentina *

Dr. Luis Agustín Brasesco, fue una persona llena de valores y un demócrata a ultranza. Además resultó un militante y dirigente radical de toda la vida, nacido el 11 de noviembre de 1930 y fallecido el 7 de septiembre de 2013.
A él me ata haber compartido un largo proceso político, en el cual si bien fuimos participes políticos en veredas ideológicas opuestas (él desde el radicalismo y yo desde el peronismo), pudimos coincidir en la reforma de la Constitución de Entre Ríos, allá por 2008. En esa oportunidad, como convencionales constituyentes, debatimos, coincidimos y consensuamos –en su amplia mayoría por unanimidad de los partidos políticos representados- el articulado que hoy forma parte de la vida institucional y democrática de la provincia.

Como si fuera ayer, jamás olvidaré el silencio respetuoso que se producía en el recinto cada vez que el el Dr. Brasesco hacía uso de la palabra, en el marco de una mezcla de respeto y admiración por parte de sus pares y del público en general. Su obsesión era que la Constitución estableciera claramente la obligación del sector público y privado de lo que él denominaba “trabajo decente”, que es la designación que le da la OMT al trabajo registrado, con obra social y aportes jubilatorios, y que él, como abogado de numerosos sindicatos y de trabajadores individuales, conocía en profundidad.

Hace un poco más de año atrás, tuve la valiosa oportunidad de realizarle dos extensas entrevistas en profundidad, siendo él el protagonista excluyente de un trabajo práctico para el Posgrado en Sociología que estoy realizando en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe.
Dicho trabajo, titulado “La democracia jamás será vencida. Reflexiones de un dirigente político entrerriano desde la perspectiva de un adversario”, resultó un análisis minucioso sobre las fortalezas y debilidades, avances y retrocesos de la joven democracia de nuestro país; y para ello, nada mejor que valerme del método biográfico y examinar un relato de vida de un hombre indiscutido de la sociedad entrerriana, un hombre al que tuve la oportunidad de conocer y tratar.

En la entrevista pudimos compartir con el Dr Brasesco nuestros puntos de vista, pero sobre todo su mirada dotada de los valores de la honradez, de la coherencia en las ideas y de la defensa irrestricta de los derechos humanos, en momentos muy duros del país, más específicamente en plena dictadura militar, ejerciendo su profesión de abogado en defensa de presos políticos.
Repasamos nada más ni nada menos que hitos en la historia política y social de la Argentina durante el Siglo XX, desde el Golpe de 1930 y la Década Infame, pasando por la Constitución provincial de 1933 y su reforma de 2008, los primeros gobiernos de Perón, el golpe de 1966, la famosa “noche oscura” -24 de marzo de 1976- y la recuperación de la democracia en 1983.

Cada tema fue abordado de manera magistral por el Dr. Brasesco, con quien coincidimos al analizar el camino recorrido por la democracia argentina en estos últimos treinta años, dándole consideración a lo que nuestra democracia efectivamente es, pero sin olvidar –poniendo un acento crítico– aquello que debería ser, asumiendo los hombres políticos la responsabilidad que nos cabe.

Entre sus aseveraciones y análisis particulares rescato, entre otras, una observación puntual: “Es notable observar que siempre todos los hechos y circunstancias que se alzaron contra la Constitución, tarde o temprano, cayeron derrotados, desde las simples asonadas hasta la dictadura genocida. Esta realidad nos lleva a tener concretamente la certeza de que el pueblo argentino, en su inmensa mayoría, quiere y desea la democracia. Pero esa democracia que amamos siempre tiene perturbaciones porque el hombre argentino todavía no se ha liberado del odio, de la agresividad, de la confrontación y de la incredulidad. Por ello, si observamos el proceso que va desde la asunción a la Presidencia del Dr. Raúl Alfonsín a este presente con la presidencia de la Dra. Cristina Fernández, nos encontraremos con lógicos avances, pero también con retrocesos en la democracia argentina”.

Las últimas charlas con él fueron un deleite ya que pude escuchar el análisis de un hombre sabio, sus vivencias en la época de la dictadura, su defensa de los Derechos Humanos y los problemas personales y familiares que tuvo que afrontar para defender sus convicciones. Todo lo hizo sin rencor como solamente los grandes lo hacen, desde su ser profundamente radical y como el gran demócrata que fue.
Por eso, en este día tan triste para su familia y para todos los entrerrianos que lo conocimos y admiramos, afirmo sin temor a equivocarme que su ejemplo quedará vigente y su figura ocupará un lugar destacado dentro de los grandes hombres de la democracia argentina.

* Escribió: Jorge Pedro Busti (Ex gobernador de Entre Ríos).-
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