En el dictamen de la acusación pública donde solicita la remisión de la causa a juicio sostiene que el delito imputado debe ser el de Homicidio simple. Allí se argumenta por qué no existieron agravantes, específicamente por qué no se trató de un crimen de género.
Por su parte, el querellante en su pedido consideró que se trató de un homicidio con cuatro agravantes: por violencia de género (es decir, un transfemicidio), alevosía, ensañamiento y, además, por odio. En la argumentación, las 20 puñaladas por la espalda que recibió la víctima sustentan cada agravante, entre otros elementos que fueron mencionados. El único antecedente que hay en el país fue el asesinato de Amancay Diana Sacayán, una mujer trans asesinada en octubre de 2015 en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires. Gabriel David Marino fue condenado en 2018 a prisión perpetua por Homicidio agravado por Violencia de género y odio a la identidad de género, publicó Uno.
Luego la Cámara de Casación el año pasado anuló el agravante del odio pero mantuvo que se trató de un femicidio, porque el ataque “estuvo orientado en afectar a la víctima en los lugares que conforman su identidad como mujer travesti”. Ese es el camino que la querella busca seguir en la causa de La Loba, donde desde el inicio tuvo una activa participación el Área Provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual, así como otros organismos y organizaciones que trabajan por los derechos del colectivo LGTBIQ+.
Se aguarda que para los próximos días, luego de la contestación de la defensa, la jueza Elisa Zilli convoque a una audiencia de remisión de la causa a juicio, donde cada parte expondrá oralmente su hipótesis y luego se enviará la causa al Juzgado Penal de Niños y Adolescentes para el debate.