Cerca de las 13.30, comenzaron a sonar aplausos, Sofía Coman llegaba con el cotejo fúnebre de su hija. La mujer fue recibida con largos abrazos por sus amigas. "Mi hija era una nena que se hacía querer a donde iba, no entiendo cómo puede existir gente capaz de hacer algo tan horroroso. No era más que una niña de nueve años", dijo la madre.
El retrato de la niña
Rocío Abigail Riquel asistía a la escuela 240 Manuel Lainez, ubicada en barrio Feput, de la capital. Allí la niña cosechó muchas amistades y llegó incluso a ser abanderaba por sus buenas notas, según cuentan sus tíos y demuestran las fotos de los actos escolares. Hubo muchos niños en el velorio, algunos eran sus compañeros de grado. Las madres de los chicos se deshicieron en lágrimas.
Abigail y sus amigos solían jugar en el predio donde la encontramos, jugaban buscando latitas, o algún juguete que encontraban tirado. "Era la diversión que tenían y eran felices con eso. Justo ese día su amiguita no podía salir porque se estaba entrando a bañar y ella se fue solita al terreno", contó el padre de la criatura, que espera que la Policía localice al sospechoso del crimen, un joven de 25 años.