Policiales Estuvo dos días desaparecido

"Lo mataron por $ 200", dijo el padre del joven hallado muerto en el río Paraná

Hallaron muerto a un joven de 23 años, que era buscado hace dos días tras salir de un boliche en Rosario. El cuerpo estaba en el río Paraná. Su padre denunció que a su hijo lo golpearon tanto dentro como fuera de la disco.
Carlos Daniel Orellano tenía 23 años. Trabajador en una firma de electrodomésticos, hincha de Central, el domingo a la noche decidió ir a un boliche bailable, en la costanera de Rosario. El plan buscaba aprovechar el feriado del día siguiente. Se despidió de sus padres, pero nunca más regresó. Sus amigos lo vieron por última vez, dentro del local, el lunes a la madrugada.
Fueron más de dos días de búsqueda y espera. De acusaciones y de agujeros en una historia que aún tiene varios puntos sin resolver. Su familia afirma que fue golpeado y echado del lugar el lunes, minutos antes de las 5. Incluso que pudo ser tirado al río Paraná por un grupo de patovicas.
Prefectura encontró su cuerpo este miércoles a la tarde, cuando emergió del agua. Un rato más tarde su padre, entre llantos, confirmó que era su hijo. Más tarde ratificó el dato la Justicia, que evitó por el momento caratular el caso.
El cuerpo fue enviado al Instituto Médico Legal. La autopsia, que permitirá determinar las causas de la muerte, podría tener resultados la semana próxima. El fiscal explicó que no podía confirmar ni descartar aún que el cuerpo presentara lesiones.

Desde un primer momento la familia de Orellano sostuvo como hipótesis "fundamental" que el joven había caído al río Paraná luego de ser agredido por patovicas. Señalaron además la complicidad de al menos dos policías que realizaban trabajos adicionales en el predio de La Fluvial, ubicado frente al Monumento Nacional a la Bandera.
Este miércoles, antes del hallazgo del cuerpo, la Justicia había empezado a avanzar sobre esas líneas de investigación. Confirmó el secuestro de los teléfonos de todo el personal que estuvo en el lugar (12 integrantes de la seguridad del boliche, dos policías provinciales que realizaban tareas adicionales y el dueño del local) y abrió otra causa paralela ante posibles demoras por parte de la comisaría que debía darle curso a la denuncia.

Por la participación de esos dos policías se dispuso que no actuaron efectivos de la Fuerza provincial. En la causa interviene personal de la Federal, de Prefectura, de la División Asuntos Internos y de Organismo de Investigaciones.
Se dispuso aplicar el denominado "Protocolo de Minnesota", utilizado en investigaciones en las que pudieran haber estado involucrado personal del Estado en ejecuciones ilegales. " "Es muy reciente para hablar de una carátula. No sabemos las causas de la muerte, pero como hay personal de seguridad de la provincia se aplica el protocolo de Minnesota", explicó el fiscal de la causa.
"El lunes hubo orden de intervenir y cautelar cámaras y esto no se habría producido", explicó Salvador Vera, quien asesora a los padres de Orellano. Al no activarse el protocolo de búsqueda, el boliche Ming River House abrió sus puertas la noche siguiente y eso complicó la búsqueda de pruebas para reconstruir el hecho.
El dueño del local dijo que las cámaras del lugar no funcionaban y que las conversaciones en su teléfono de días anteriores muestran que buscaba solucionar el problema con expertos informáticos.

Los amigos de Carlos encontraron rastros de sangre en el mismo sector donde varios testigos afirman que quedó acorralado luego de que lo sacaran del local ubicado cerca de la Estación Fluvial. El personal de seguridad del local asegura que dentro del local no hubo ningún problema ni pelea.
Este miércoles por la mañana, cuando aún no se había hallado el cuerpo, Edgardo Orellano, padre de la víctima, había afirmado: "Para mí cayó inconsciente porque dicen que nunca salió a flote. La otra es que haya salido, lo hayan agarrado y se lo hayan llevado".
Angustiado ante la situación, denunció que a su hijo lo golpearon tanto dentro como fuera de la disco y que "el 'delito' que cometió fue haber entrado al VIP sin pulsera". "A mi hijo lo mataron por 200 pesos", dijo cuando caía la tarde y ya había reconocido el cuerpo de Carlos.
Los familiares del joven plantean que Orellano acostumbraba a ir al río y a la isla, y que su padre es pescador, por lo que sabía nadar.

"Había dos de camisa blanca y otro de ropa más oscura. Eran las 5, todavía no había mucha claridad. Hubo gente que se detuvo a mirar cómo discutían, le pegaban y lo apretaban. Si quedaba de este lado (en referencia a la parte de la costanera que está protegida por una baranda), lo mataban", aseveró el padre de Carlos ante la consulta de Canal 3 sobre los testimonios que durante la jornada seguía recabando el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El Paraná no fue el único lugar donde los investigadores intentan echar luz para dilucidar qué pasó con el joven. En el centro rosarino la Fiscalía allanó la Comisaría 2° y secuestró el libro de guardia por la "tardanza" del personal a cargo de tomar ciertas medidas tras recibir la denuncia de la madre del joven.

El MPA ya tiene en su poder el material informático y fílmico de las cámaras del boliche, así como de los equipos de videovigilancia de la zona. También solicitaron la lista de empleados del boliche junto con los nombres de cualquier otra persona contratada eventualmente para la apertura del domingo.
"Hasta ahora no confío en nadie. Voy a confiar cuando se haga Justicia. No voy a parar hasta que vayan todos a prisión perpetua", declaró anoche el padre de Carlos cuando caía la noche y se apuraban los trámites para llevar el cuerpo de su hijo a la morgue. Fuente: (Clarín).-
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS