La investigación policial y judicial apuntaba a un menor de 17 años como el posible autor del asesinato del sargento de la policía de Entre Ríos, Francisco Enrique de 56 años. El uniformado fue encontrado sin vida en el interior de su casa, en el ingreso a Villa Urquiza y por los elementos recolectados, se había dispuesto demorar al joven hijo de la víctima.
Enrique trabajaba en el depósito de vehículos secuestrados de la Comisaría de La Picada y desde hacía un tiempo, estaba viviendo en el ingreso a Villa Urquiza luego de haber tenido algunos inconvenientes con su esposa.
Desde el momento del crimen, familiares del policía asesinado, indicaron que el adolescente padecía problemas de adicciones.
Tras seguir algunos indicios, el fiscal Alvaro Piérola dispuso detener al muchacho en la División Minoridad y disponer el envío de las actuaciones a la fiscal de Minoridad, Viviana Ferreyra, para que continúe la investigación.
"El juez lo liberó porque vio que los Fiscales no tenían ni una prueba", dijo la madre a Radio La Voz y reiteró que su hijo es inocente.
"En este momento, son cosas que están en investigación, y hay cosas que no se pueden decir. Mi visión es que mi hijo es inocente, aunque yo no vivía con el papá de mis hijos... vivía con mis otros hijos, y el único que vivía con el padre era él", comenzó contando la madre de un joven que fuera detenido en su momento, acusado de matar a su padre.
"Y todos los agentes judiciales saben la verdad", añadió la mujer y agregó que "no puedo decir nada contra el padre de mis hijos... pero mi hijo nos hizo mucho daño, por las adicciones que tenía. Nos hizo mucho daño a todos, nos robaba... e incluso estuvo internado en fundaciones. Por eso quiero aclarar: es fácil hablar, de la boca para afuera, sin haber vivido lo que nosotros pasamos", agregó.
"A mí, la Policía me hizo muchas cosas... incluso me quisieron matar por ser la madre de un supuesto asesino... pero hay policías que encajonan las cosas...", concluyó. Fuente: (La Voz).-
