En tal sentido, desde la administración del viaducto informaron que “los equipos técnicos realizan constantes mediciones batimétricas (referidas a la profundidad y el lecho del río) donde no se han observado cotas comprometedoras dentro del área de monitoreo”. En ese contexto, aseguraron que “se aprecia un comportamiento adecuado de las cubiertas protectoras”, al tiempo que “no se identificaron anomalías en la distribución del flujo, prevaleciendo las condiciones de seguridad para la obra, dentro de un escenario hidrológico de aguas bajas”.
En este sentido, transmitieron “seguridad a los usuarios, ya en el lugar donde hoy se hace visible la manta, hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto; y la misma se colocó para evitar inconvenientes durante las crecientes extraordinarias del río, con permanencia de 9 a 10 meses. Es en estos casos cuando el nivel de agua se vuelve riesgoso”.
La manta protectora el año pasado: