Paraná "Queríamos visibilizar la unión"

Emoción y alegría: grupo de amigas paranaenses hizo cumbre en el volcán Lanin

Paso a paso, así se hace el ascenso al pico emblemático de la cordillera neuquina. Una aventura contada en primera persona. Elonce TV dialogó con Graciela que, junto a cinco amigas, realizó el desafío. Confió como lo vivieron.
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El volcán Lanin se encuentra ubicado en el departamento Huiliches, en cercanías de la ciudad de Junín de los Andes, provincia de Neuquén, en el límite entre Argentina y Chile y le da nombre al parque que lo contiene, el parque nacional Lanín.

Graciela Abdala emprendió una travesía junto a un grupo de amigas y lo definió como "inolvidable". El grupo que partió desde Paraná estaba conformado por Mariela Teruel, Patricia Vilche, Gabriela Micheloud, Andrea D'Agostino, Diana Sinner y Graciela Abdala.
Elonce TV dialogó Graciela, que comentó que esta iniciativa partió "de amigas que salimos a andar en bicicleta; en uno de esos paseos que hacíamos surgió la idea de ir a ascender el volcán Lanin. Todas, alguna actividad física hacemos, por eso nos entusiasmamos con la idea. Venimos organizando desde agosto o septiembre del año pasado. Estuvimos tres meses entrenando, subíamos y bajábamos en el parque con mochilas cargadas. No es fácil, hay que entrenar mucho, cuesta".

Confió que, con este sueño, "cada una tenía su misión, era necesaria en este proyecto; cada una ponía su energía".
El primer día "fueron cuatro horas hasta el refugio, que fue subir desde los 1200 metros hasta los 2300 metros. Se durmió en un domo, en bolsas de dormir. A la mañana se caminaron siete horas. Nos decían, 'faltan 500 metros' para la cima y eso era dos horas de caminata, primero era caminar por un sendero, agarrarse, sostenerse entre las piedras; una cosa es en metros y otra el hacer el ascenso. Desde la cumbre hasta el refugio, fueron cinco horas para bajar. Desde ahí se siguió bajando hasta la base, tres horas más. Fueron 15 o 16 horas en un día, entre subida y bajada. Las dos cosas cuestan, tanto el subir como el bajar", relató.

Las seis amigas realizaron esta aventura, junto a tres guías de una empresa que realiza este tipo de propuestas.

"Arrancamos con un clima cálido, con una remerita fina, mangas largas, andábamos bien. Comenzamos a sentir calor con el ascenso, pero a la hora, hasta guantes nos tuvimos que poner. En la cima había un viento importante, por lo que estuvimos muy poco, unos ocho minutos allí, se nos volaban las banderas que queríamos tener para la foto; había viento y frío", contó Graciela.
Al intentar explicar qué las motivó, subrayó: "Queríamos mostrar algo que nos represente, que éramos de una provincia que nada tiene que ver con las montañas. Además, queríamos visibilizar la unión".

"Cuando se llegó a la cima fue una satisfacción muy grande, nos abrazamos, lloramos y en ese momento sentimos que no había cansancio ni dolor, cansancio y dolor que sentimos luego, al terminar con esta aventura", mencionó. Elonce.com.
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