Internacionales Analizó la exacerbación política

Para Pepe Mujica, “la Argentina duele, tiene una enfermedad de odio muy grave”

“A los actores políticos parecería a veces que ese medio ambiente de odio que se ha creado, también los arrastra a ellos. La pandemia lo ha multiplicado”, afirmó. Dijo la exacerbación de las diferencias políticas impide el diálogo.
“La Argentina tiene una enfermedad muy grave: el odio en la perspectiva política y social”, dijo hoy el expresidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica en la columna que desarrolla para Radio 10.
El exmandatario uruguayo se refirió así a los conflictos que dividen a la oposición y al oficialismo argentinos en la llamada “grieta”. “Es demasiado crudo [el odio]y corta de entrada toda posibilidad de intercambio de diálogo”, dijo al iniciar su reflexión diaria sobre la realidad política de la región, en este caso, del país.

“Las sociedades modernas son inmensamente complejas y cada vez lo van a ser más. Lo que supone que es inevitable que en una sociedad contemporánea haya puntos de vista diversos, desacuerdos, diferencias de percepciones. Esa idea de un mundo pintado de perfecto no existe, es una quimera”, advirtió.
“Aparecen movimientos radicalizados en distintas esquinas de la sociedad, colocando una causa particular como el centro del universo; una causa que puede ser muy importante, pero en el centro del universo está la lucha por la vida, que es el valor más cotidiano y más trascendente. Y sin embargo nos olvidamos de eso”.

Ante la pregunta de cómo superar “el odio”, Mujica contestó: “Hay que tener una tolerancia intelectual que determine conductas donde se pueda acordar y discrepar, altura para evitar la ofensa gratuita”.
Fue entonces que lanzó: “Hoy la Argentina duele. Cuando uno la ve de lejos, duele porque hay un odio muy fuerte, lo que hace que no se garantice ninguna salida”.
Mujica apuntó directo a funcionarios y partidarios: “A los actores políticos parecería a veces que ese medio ambiente [de odio]que se ha creado también los arrastra a ellos. La pandemia en lugar de aminorarlo, lo ha multiplicado. El odio y el amor son ciegos, pero tienen una sustancial diferencia: el amor es creador, el odio destruye hacia afuera y hacia adentro. Es un arma de doble filo”.

Así, Mujica alentó a dejar las escarmuzas del pasado atrás: “La naturaleza nos colocó los ojos hacia adelante. Hacia atrás puede haber recuerdos buenos y malos, pero hay cuentas que no se van a cobrar nunca. El problema es la esperanza hacia el mañana porque lo más importante es lo que vendrá, no lo que fue”.
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