Los campesinos e indígenas que se movilizaban pacíficamente contra el Golpe de Estado con banderas bolivianas y wiphalas cuando la policía les impidió los dispersó para evitar que ingresaran a la ciudad de Cochabamba.
Las imágenes que comenzaron a difundirse en redes sociales muestran al hospital México de Sacaba colapsado con decenas de heridos, esperando ser atendidos en las calles. Además, se confirmó que hasta el momento se registraron cinco muertos tras el ataque.
"Así nos están matando compañeros, que todo el mundo se entere. Esto es una dictadura, estamos viviendo una dictadura", decía una manifestante en estado de desesperación, a las puertas del centro de salud.
Cada día llegan a La Paz más campesinos e indígenas de los 20 departamentos del país a expresar su repudio al Gobierno de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez.
El domingo se espera que llegue la masiva columna de los cocaleros del Chapare, la cuna política del derrocado Morales.
