Bungle mordió al policía en la mano y en el brazo, y sus heridas requirieron atención hospitalaria, según las autoridades. La policía declaró que se llevó el perro porque el dueño no estaba presente y porque había riesgos a la seguridad del público y de Bungle.
Después de que la policía se llevara a Bungle, su dueño, David Hayes, empezó una campaña en las redes sociales para recuperar el perro. Hayes temía que su perro podría estar en la perrera "por hasta nueve meses".
En las redes sociales, las personas se unieron para intentar convencer a la policía para liberar al perro, argumentando que el animal estaba asustado y que era solo un cachorro. Aparte de la petición en Change.org, se creó la hashtag #FreeBungle y se creó un grupo de Facebook con más de 5.800 miembros. Hasta se publicó una foto del perro en la primera página del tabloide inglés The Sun.
La policía entregó a Bungle a sus dueños el viernes. No obstante, dejaron en claro que estaban de acuerdo con las acciones que tomaron los agentes en el incidente.I'M A SILLY PUPPY - GET ME OUT OF HERE!
— Andy Silvester (@silvesterldn) 21 de noviembre de 2018
Today @TheSun says Free Bungle - an innocent Chow Chow unfairly detained by Council busybodies pic.twitter.com/Ps8VzjyMpJ
"El riesgo potencial presentando por el perro en aquel momento no se disminuye por factores como su edad o si estaba asustado", comentó Chris Hillery, el jefe de policía del condado de Northamptonshire. "Debido a que ya había mordido al agente dos veces, causando heridas punzantes y contusiones, hubiera sido negligente liberar a un perro que mostraba agresión tan obvia, independientemente de la causa, sin primero asegurar la seguridad del perro y del público", aseguró.
La familia de Bungle celebró su liberación en las redes sociales y dijo que Bungle regresaría a "adiestramiento y educación".