Internacionales Crisis humanitaria

Tras una agotadora odisea, unos 600 inmigrantes desembarcaron en España

Los 630 migrantes rescatados hace una semana por el buque humanitario "Aquarius", en el centro de tensiones en la UE por la cuestión migratoria, desembarcaban este domingo en España tras un largo periplo de una semana por el Mediterráneo.
Ocho días después de haber sido rescatados frente a las costas de Libia y con la negativa de Italia a recibirlos, los 629 inmigrantes del "Aquarius" y otros dos barcos socorristas vieron hoy el fin de su odisea al desembarcar en el puerto español de Valencia, sobre el Mediterráneo.

La primera embarcación con emigrantes en llegar a Valencia fue el "Dattilo", uno de los dos barcos de la marina italiana que ayudó al traslado de los inmigrantes (273) que realizaron una travesía de 700 millas marítimas, que la mayor parte del tiempo transcurrió bajo un intenso temporal.

El "Aquarius" (con 106 personas) entró en segundo lugar y, a continuación, se espera la llegada del 'Oriente' (250 personas), completando el desembarco.

Una gran pancarta con el lema "Bienvenidos a vuestra (su) casa", recibió a los inmigrantes y refugiados en la base de operaciones del puerto de Valencia, el destino "seguro" que el Gobierno español, en manos del socialista Pedro Sánchez, ofreció a estas personas después de que Italia y Malta se negaron a abrirle sus puertas.

En total, en los tres barcos que llegaron a Valencia hay 123 menores, muchos de ellos no acompañados, 80 mujeres, de las que entre siete y nueve están embarazas, y 450 hombres.

Tras haber arriesgado la vida en el mar y después de sufrir abusos de todo tipo por parte de mafias que lucran con la desesperación de las personas, estos 629 inmigrantes rescatados por las ONG humanitarias SOS Mediterranée y Médicos Sin Frontera pueden respirar más tranquilos.Su llegada a suelo europeo ocurre por una vía excepcional y en una crisis humanitaria en las fronteras de Europa que ya dura más de tres años.

El caso del 'Aquarius' revivió las tensiones internas de la Unión Europea (UE) en torno a la política migratoria del bloque, coincidiendo con el auge y la llegada al poder de partidos ultraderechistas y xenófobos en algunos gobiernos que son claves en las gestión de la inmigración, como Italia.

"Este es el final de un viaje demasiado largo, y con sensaciones contradictorias, debe ser un punto de inflexión para Europa", aseguró David Noguera, presidente en España de Médicos Sin Fronteras, quien recibió a los inmigrantes.

"Por un lado celebramos que la gente que hemos recogido en el 'Aquarius' estén en un lugar seguro, donde se les atienda de una forma digna, pero nos preocupa el futuro de las operaciones de rescate en el Mediterraneo, con los bloqueos de los puertos europeos", remarcó Noguera, quien pide a Europa reflexionar para encontrar soluciones más justas y solidarias al drama de la gente que se lanza al mar en el Mediterráneo en busca de un futuro mejor.Más de 2.300 personas, entre voluntarios de la Cruz Roja, personal profesional de las ONG y de sanitarios del servicio público valenciano, así como unos 400 traductores, participan del operativo de acogida de los inmigrantes y refugiados, bautizado como "Esperanza Mediterráneo", realizando labores de información, identificación y atención médica.

"Cuando atracó el barco todos empezaron a cantar a la vez", contó Carmen Moreno, voluntaria de la Cruz Roja que participó del desembarco del "Dattilo".

Tras tocar tierra y recibir una primera asistencia sanitaria a bordo del barco, la Policía censa a estas personas para registrar sus datos y lugar de origen.

Además, les entregan una cita previa para pedir asilo, un documento que les autoriza 45 días de estancia en España y otro donde se les pregunta sobre su voluntad de ir a Francia.
"Nos parece positivo que las autoridades españolas informen sobre la posibilidad de solicitar asilo, pero se analizará caso por caso", advirtió, no obstante, María Jesús Vega, responsable la oficina de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), en España.

El Ministerio francés del Interior ordenó el despliegue en Valencia de una misión de su Oficina para la Protección de Refugiados (OFPRA) para identificar a demandantes de asilo que hayan viajado en la flotilla del barco Aquarius y organizar así su acogida en Francia.
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