Espectáculos Lo comunicó su compañero

Murió la reconocida cantante italiana Raffaella Carrá: tenía 78 años

La cantante, actriz y presentadora italiana Raffaella Carrá murió este lunes a los 78 años. Fue la autora de éxitos inolvidables como Caliente, caliente o Hay que venir al sur.
La cantante, actriz y presentadora italiana Raffaella Carrá murió este lunes a los 78 años. Así lo ha comunicado a la agencia italiana Ansa, Sergio Japino, quien fue su compañero durante muchos años. Italia pierde a una de las mayores divas del país, autora de éxitos inolvidables como Caliente, caliente o Hay que venir al sur.
Su apellido artístico es un homenaje al pintor italiano Carlo Carrà, líder del movimiento futurista, un adelantado que nació en el siglo XIX y murió pasando la mitad del XX. Raffaella María Roberta Pelloni, la Carrà, también ha atravesado dos siglos, incluso dos milenios, con sus canciones, con su look, con su mensaje de avanzada. Raffaella Carrà cumplió 78 años el 18 de junio.

"Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento permanecerán para siempre", ha declarado Japino. Según su compañero de una vida, Carrà ha fallecido a las 16.20 de este lunes después de una enfermedad que "desde hace un tiempo había atacado su cuerpo menudo, pero lleno de energía.
"Tenía una fuerza imparable, que la llevó a la cumbre del star system mundial, una voluntad férrea que no la abandonó hasta el último minuto, haciendo que no se filtrase nada de su sufrimiento. Es el enésimo gesto de amor hacia su público y hacia los que han compartido el afecto, para que su calvario personal no turbase su recuerdo luminoso", afirmó.

En la nota de Ansa, Iapino describe a Raffaella Carrà como una “mujer fuera de lo común pero dotada de una simplicidad sorprendente, no tuvo hijos pero sí -decía siempre- tenía miles de ellos, como los 150 mil hechos para adoptar en una distancia gracias a “Amor”, el programa que más se quedó en su corazón”.
Aún no se sabe cuándo ni dónde se llevará a cabo el funeral. Por otro lado, Iapino comunicó que “en sus últimas disposiciones, Raffaella pidió un simple ataúd de madera sin terminar y una urna para contener sus cenizas. En la hora más triste, siempre única e inimitable, como su risa abrumadora. Y así todos queremos recordarla”.

La Carrà se sentía demasiado latina para gustarle al público norteamericano y apenas comenzaron los años 70 emprendió el regreso a su país. El cine no era su fuerte y después de pasar por la meca lo confirmó. La pantalla chica iba a ser su gran amor y el boleto de entrada a millones de hogares, a la popularidad inmediata, a ser adorada e imitada en su país y en el mundo. Con la vuelta a Europa también llegó el cambio de look: el rubio platinado llegó para quedarse y la convirtió en un icono.
El año pasado, en un artículo publicado en el periódico británico The Guardian, se analizó el fenómeno Raffaella, como un huracán musical que arrasó en Europa como ningún otro. “Técnicamente hablando, Italia tenía cantantes vocalmente más fuertes como Mina, una virtuosa mezzosoprano y Milva, con su melena pelirroja y sus tendencias políticas, Patty Pravo, una contralto andrógina y Giuni Russo que sublimó la técnica operística en pop. Pero Carrà las ha superado a todas”, explicaba la nota y desarrollaba una teoría relacionada directamente con la televisión en las casas de familia, con la llegada al ama de casa que quería divertirse un rato, con los chicos que querían imitarla, con esa bocanada de aire fresco que siempre han sido sus shows.
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