Espectáculos Bajando el perfil

Producción sexy y confesiones de infernal morocha devenida en empresaria

La ex Gran Hermano 2015, Maypi Delgado, se enamoró del exfutbolista Santiago Ladino, y en silencio se dedica a fabricar ropa para bebés y camperas de cuero. "Me siento realizada sin tener que estar involucrada en escándalos", dice.
Maypi Delgado (32) reveló una faceta muy poco conocida. Lejos de los medios, la ex Gran Hermano 2015 adoptó una vocación que heredó de su madre maestra jardinera, quien le enseñó el oficio de costurera desde pequeña.

Con un perfil mucho más bajo, Maypi se dedica a sus emprendimientos como empresaria en el rubro de las camperas de cuero y la ropa infantil. ¿Su corazón? Ocupado desde hace cuatro meses por el exfutbolista Santiago Ladino (37), quien brilló en Vélez Sarsfield y en la actualidad cursa el anteúltimo año de la carrera periodismo deportivo, además de ya estar recibido de director técnico, señala el sitio Ciudad.com.
-¿Cómo están llevando la convivencia con Santiago?
-¡Bárbaro! Nos llevamos re bien, genial. Santi es re tranquilo. Somos los dos súper ordenados y limpios, nos parecemos bastante. Nos encanta despertarnos y desayunar juntos. Siempre que se puede, compartimos la cena y el desayuno. Hace tres meses que estamos juntos y no hay roces, Santi es un amor en todo sentido.

-¿Se reparten las tareas domésticas?
-Sí, cocinamos y ordenamos los dos. A mí me encanta cocinar y la verdad que Santi me sorprendió con lo rico que cocina. De hecho, cada tanto comparto historias en Instagram de cuando él me prepara la cena. Como él vivió solo mucho tiempo, se maneja súper bien con la casa. Además, como somos los dos impecables, mantenemos las cosas limpias y ordenadas. Los martes hacemos la limpieza general y los sábados repasamos un poco. Yo soy re ama de casa, tal cual me vieron en Gran Hermano 2015, me pongo a limpiar todo. Yo soy insoportable con ese tema, si en la casa de GH era la única que limpiaba como una loca con cepillo y refregaba todo... La verdad es que me gusta más cómo queda la casa cuando me encargo yo de que si lo hiciera otra persona. Me gusta hacerlo, no me molesta. Igual, la casa es grande y Santiago colabora en todo, no me puedo quejar.
-¿Cuáles son los platos que sobresalen en sus comidas?
-Comemos muy sano, él a veces me hace carne al horno con papas con salsa agridulce , y a mí me encanta hacer tartas de verduras o atún, ¡y yo misma amaso la masa como me enseñó mi abuela con harina integral, agua y sal! Nos gusta alimentarnos con platos elaborados. A nosotros no nos va eso de comprar el paquete de fideos, hervirlos y tirarles un poco de manteca y queso rallado. En caso de comer pastas, cocinamos una rica salsa. Por suerte, soy flaca por naturaleza y no necesito hacer dietas.

-Van sólo cuatro meses de relación, ¿pero ya hablaron de ser papás en un futuro?
-Los dos queremos ser padres, es una charla que tuvimos apenas nos pusimos de novios, pero no en este momento. Claro que queremos tener hijos, si yo soy súper Susanita. Quiero casarme y tener hijos. Aunque por el momento estamos bien así, disfrutamos de la convivencia. Yo me puse una marca de ropa para bebés, MiniMay, y eso me lleva mucho tiempo. Estoy cociendo los modelos en casa, y entre que voy a Once y compro los géneros, estoy dedicada a eso. Todavía no pensamos en hijos. Sólo en ropa para bebés de otros, ja, ja, ja. A mí siempre me gustó eso, hacer almohadones, acolchados, todo eso me encanta y creo que las mamás son compulsivas comprando cuando están embarazadas. Más que nada, porque quieren lo mejor para sus hijos y me gustó armarme la marca.
-¿Cuánto tiene que ver Santiago en tu adopción de un perfil mediático más bajo?
-Es por decisión propia. Él no tiene nada que ver, pobre. Si no se mete en nada de mi trabajo. Pero yo opté por un perfil más tranquilo, que hasta a mí me hace bien. El quilombo no me gustaba, aunque sé que garpa y me hacía trabajar muchísimo más, me di cuenta de que puedo generar mis propias marcas y tener mis ingresos sin que sea por algo vinculado a la televisión. Hoy me siento realizada sin tener que estar involucrada en escándalos.

-¿Hay celos en la pareja?
-Él es cero celoso, le encanta mi trabajo. Yo tampoco soy celosa, porque además él no me da motivos. Estamos muy bien, salimos juntos a todos lados. No hay tantas cosas que hagamos separados como para tener celos. Tampoco las contraseñas de los celulares o las compus el uno del otro. No me interesa. Me parece que no hay que buscar en vano.

-Lo último que hiciste en televisión fue este año, en Polémica en el Bar. ¿Tenés propuestas para hacer algo nuevo?
-Propuestas tengo casi siempre y me encanta hacer televisión. En Polémica se terminó el sketch que hacíamos con Ailén Bechara y además el programa giró más en torno a lo político. Cuando surja algo que de verdad me interese, lo voy a hacer. Por otra parte, no quise aceptar hacer teatro en el verano a pesar de que me llamaron. La realidad es que montar una marca cuesta tiempo, y no estoy como para hacer una obra. Sí podría hacer de movilera, como hice para Desayuno Americano con Pamela David. Eso me encantaría. Por lo pronto estoy con desfiles semanales, producciones de fotos y mis marcas, porque también tengo la línea de camperas de cuero May Delgado, estoy bien. No necesito salir corriendo a hacer una obra de teatro. Lo que sí, cerré para desfilar en Mar del Plata y Pinamar.
-¿Sos dueña de tus marcas o tenés socios?
-No, estoy yo sola. Aunque con Minimay me está ayudando Santiago en todo, no necesité su asistencia económica porque es un emprendimiento pequeño. Santi está trabajando gran parte del día para mi marca sin ningún rédito económico, no cobra nada. Sería mi socio, pero sin ganar dinero (risas). Las camperas de cuero las vendo en un showroom y la ropita de bebé la vendo a través de Instagram, ¡y me va re bien sólo por ese canal!

-¿Cuántas prendas te salen por jornada laboral?
-Cuando lo cuento, nadie lo puede creer, pero estoy entre seis y ocho horas al día. ¡Por eso no estoy en los medios! Como hago todo yo, desde comprar las telas, los diseños, la costura y hasta empaquetar, puedo vender los productos a precios accesibles. Una de las tareas que tiene Santi es montar las prenditas en una suerte de escenografía y sacarles las fotos, incluso alguna que otra vez entrega los pedidos. En un día puedo llegar a terminar tres acolchados o hasta ocho almohadones, depende de lo que tenga planificado.

-¿Cómo te sentís hoy en día con tu condición de bomba sexy?
-Yo siento que mi faceta de bomba sexy, gracias a Dios, todavía no lo pierdo. Me cuido, trato de estar bien y me gusta. Es evidente que no evito tanto mostrarme como una bomba, más después de hacer esta producción de fotos con un perfil muy sexy. Yo sé que Ciudad me suma un montón, me sirve para hacer después campañas de mallas en el verano. Siento que puedo seguir trabajando con mi cuerpo, porque gracias a Dios es lo que me dio y lo aprovecho a mi manera. Quizá sin tanta exposición como tuve cuando fui vedette. Hasta que no sea madre

-Volviendo a ese punto. Dijiste que por ahora no planeás ser, ¿pero esposa de Santiago Ladino?
-Hablamos más de convertirnos en padres que en casarnos. La verdad es que no tuvimos charlas sobre casarnos, pero a mí me encantaría casarme. Alguna vez Santi lo mencionó, pero nada serio. Es muy pronto por ahora ¡Estoy esperando la propuesta!
-¿Qué te pasa cuando te dicen botinera?
-Antes me molestaba mucho, no me gustaba el jugador de fútbol en sí. No me gustaba que me digan botinera, no es que tuviera algo contra los futbolistas. Y si bien Santiago se retiró hace tres años, claramente sigo siendo botinera, y hoy no me pesa. Tampoco sé bien a qué apuntan cuando dicen botinera, yo antes lo veía como algo malo porque ser botinera implicaba querer sacarle plata al futbolista. Pero trabajo hace muchos años, me va bien y no necesito que alguien me mantenga. No me siento botinera en ese sentido, pero sí lo soy porque salgo con un exjugador.

-Por último. ¿Cómo tomaste la detención de Leandro Santos, con quien trabajaste y hoy está procesado por prostitución vip?
-Yo trabajé para él haciendo desfiles. Una vez por semana tengo desfiles con distintas agencias. Entonces, a Leandro lo he visto en desfiles. Le he cerrado los desfiles porque era la famosa o una de las famosas, y siempre sale el organizador con la figura, en este caso Leandro y yo. Es lo máximo que puedo decir de él, porque tampoco tengo información sobre el caso. Es una de las tantas personas que me contrataron para desfilar. Me da lástima lo que le está pasando, pero la realidad es que la Justicia determinará si es real o no lo que le está pasando. Me molesta que me aten a una persona con la que sólo cerré desfiles. Esta semana tengo un desfile en Santa Fe y Callao, y si el organizador de ese desfile hiciera alguna cosa rara, ¿también caería en la volteada sólo porque me contrató? No tiene sentido.

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