Economía Se declaró la emergencia agropecuaria

Farer: “El productor viene con problemas de rentabilidad, de arrastre”

Producto de la sequía y las altas temperaturas, en Entre Ríos se declaró la emergencia agropecuaria. La medida regirá hasta el 31 de julio. Desde el sector, dieron su parecer y detallaron a Elonce cómo se encuentran los cultivos.
El gobierno de Entre Ríos declaró en estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuaria desde el 1º de enero hasta el 31 de julio de 2022, a las explotaciones agrícolas de maíz y sorgo, ganaderas bovina, caprina y ovina, tamberas, hortícolas, pecaneras, citrícolas y forestales de toda la provincia.

La medida se tomó teniendo en cuenta el evento climático de sequías agravado por las altas temperaturas.

El vicepresidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), Claudio Álvarez Daneri, en diálogo con Elonce, aseveró que el decreto “es algo que hay que hacer porque es una ley que está; sirve, pero no es una solución a los problemas de los productores. Habrá un diferimiento impositivo hasta julio, se corre hasta agosto, pero habrá que pagar todos de forma seguida y nada asegura que la situación económica mejore para afrontar esta situación”.

“El productor viene con problemas de rentabilidad, de arrastre”, destacó.

Al mismo tiempo, dijo que “nunca ha visto” al maíz, “tan seco en esta época. Está seco como si fuera para cosechar; es decir que biológicamente como se encuentra ahora, generalmente se presenta en mayo o junio. Ahora está la planta muerta, como si estuviera ya para cosechar. Y está en etapa de crecimiento. Estas cosas son deprimentes”.

“El maíz y el sorgo, es muy poco lo que se pudo rescatar. La soja sí, porque todavía está en pleno crecimiento y las plantas que han sobrevivido a la sequía podrán acomodarse algo, pero los daños en las plantas que no murieron, no serán del 100 %”, agregó el dirigente de Farer.

En relación a los animales, contó que “no hubo tanta mortandad, ya que la sequía no alcanzó a ser muy larga, pero sí se pierde peso, están en plena época de servicio, por lo que se pierde preñez; son terneros que el año que viene no van a estar”.

“Las pérdidas de las reservas de agua fueron muy grandes, aunque los perfiles se están recomponiendo”, manifestó al ser consultado.

Dejó en claro que los productores “siempre esperamos tener rentabilidad. Las retenciones son impuestos tan distorsivos que, por ejemplo un productor que perdió su cosecha, a lo mejor saca diez quintales de maíz, y tiene que pagar su retención por esos diez quintales, y el productor estás en total quebranto”. Elonce.
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