"El bife es uno de los cortes más caros, y los clientes se volcaron a los cortes más económicos como la carne picada", sostuvo al respecto.
Y en ese sentido, comentó que, "la carne siempre tiene una meseta en la que se mantiene, de repente tiene esos golpes en la que los precios se vuelan, hasta que se detienen".
"Es un proceso que se da cada dos años", sostuvo. Por su parte, su hijo, Juan Pablo Camejo, quien es productor de carne, explicó que los vaivenes en los precios de la carne responden a "un proceso que se da por la oferta y la demanda, más que por la inflación".
"El año pasado fue terrible porque se devaluó el dólar, el precio de los cereales se disparó, hubo dos años de frustraciones en las cosechas y así y todo, porque había mucha oferta, la carne no aumentó su precio sino hasta el mes de enero", rememoró al respecto.
"El precio de la carne está relegado, porque debería estar a más 50 o 60%", apuntó Camejo.
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