Quien sí dio su explicación con sinceridad, fue Néstor Carísimo, titular de una empresa en Concordia de distribución y venta de garrafas.
"Lo que sí sabemos es que el 1° de octubre la garrafa sube, pero hasta el momento no tenemos confirmado a cuánto. Son rumores, pero más o menos se habla de entre un 35% y un 40%", dijo el empresario a Uno. En otras provincias del país, hablaban ayer de que podría llegar a aumentar hasta un 50%. Pero Carísimo aclaró que la relación de precios es muy dispar entre una zona y otra. "Concordia, por ejemplo, es una plaza en donde se manejan precios muy bajos con relación a otros lugares", y comparó con Buenos Aires donde una garrafa de 10 kilogramos con colocación cuesta más de 450 pesos, contra los 280 de la Capital del citrus.
Pero a pesar de las subas, Carísimo lo sabe y lo explicó: "Quienes consumen garrafas son los más humildes, los sectores trabajadores y de desocupados, quienes viven lejos del centro de las ciudades. Como es un artículo de primera necesidad, quien se queda sin gas tiene que comprar y no le queda otra escapatoria. La cocina eléctrica con lo que cuesta la luz es imposible porque después llegan boletas con una fortuna y no se puede volcar a eso", dijo Carísimo, y agregó: "El gas natural ha extendido su red, pero siempre hacia lugares socioeconómicos más altos, en los lugares pobres no se extiende y la garrafa es para el consumo del sector de la sociedad más bajo. Hay mucha demanda y a medida que crecen las ciudades también hace que aumenten los pedidos".
Pero también contó que aumentó el pedido de fiados. "Lo nuestro es un trabajo personal cotidiano y hay gente con años que nos compra y algún que otro cliente nos pide que aguantemos unos días, hasta la semana próxima o hasta el fin de semana, eso se ha incrementado, se nota que a la gente no le alcanza", reflexionó.
Carísimo vende el tubo de 45 kilogramos a 1.500 pesos. "El tubo también va a subir, pero son cosas que se dicen, pero comentaron que puede llegar a costar 2.100 pesos", remató.