Economía Campaña agrícola 2017-2018

El área sembrada aumentará en medio millón de hectáreas

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario indicaron que el área sembrada en la campaña agrícola 2017-2018 aumentará en casi medio millón de hectáreas, 1,15% respecto de la anterior, hasta 37,2 millones.
Esto representó un nuevo récord a pesar de los excesos hídricos, informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Ese incremento se logrará pese a que los excesos hídricos que persisten en gran parte del área agrícola frustraron las intenciones de siembra, fundamentalmente en Buenos Aires y La Pampa.
Así lo consignaron las especialistas de la Bolsa rosarina Sofía Corina y Emilce Terré, quienes señalaron que "sobre la base de rindes tendenciales para los principales cultivos y promedio para aquéllos con una participación más marginal en los planteos agrícolas, se proyecta una producción total de granos 2017-2018 de 127 millones de toneladas".

Se trata, según expresaron, de un "récord histórico, 1% por encima de la campaña pasada y 15% arriba del obtenido hace apenas dos años atrás".
"El optimismo en el clima de negocios para el sector agrícola sigue vigente de cara a la nueva campaña, redundando en un nuevo incremento de las intenciones de siembra para algunos de los principales cultivos, fundamentalmente trigo y maíz", señalaron.

Expresaron que el coto, sin embargo, lo han impuesto los graves excesos hídricos que continúan "afectando a buena parte del área agrícola nacional, limitando la suba en la superficie proyectada".
"Como la expectativa es mucha, se efectúa una proyección prematura de lo que es posible prever para la próxima temporada.
Se proyecta que, a nivel global, el área a sembrar podría ascender a 37,2 millones de hectáreas en la campaña 2017-2018, un 1,15% más que en el ciclo precedente", dijeron.

Se destacan la suba del 7% en las implantaciones con maíz, que podría cubrir una superficie récord de 6,3 millones de hectáreas, y el aumento del orden del 5% en el cultivo de girasol hasta casi 2 millones de hectáreas, gracias, fundamentalmente, a la buena rentabilidad del cultivo en el norte del país.
El trigo, por su parte, ha debido conformarse con una suba del 2% a 5,45 millones de hectáreas -por debajo de lo que el productor hubiese deseado- ante la imposibilidad de avanzar con las labores de implantación en lotes inundados y encharcados.
Del lado opuesto, se destaca la caída, por segundo año consecutivo, del área a sembrar con soja, que podía perder un 2% de su cobertura, sembrándose 18,7 millones de hectáreas.

Los principales factores que determinan este retroceso son el alto nivel de inventarios que aún retiene el productor.
Se se estima que el año comercial 2016-2017 dejaría un volumen de stock final récord de 15 millones de toneladas.
Por otra parte, incide la fuerte competencia que despierta el cultivo del maíz, cuyo margen neto ha mejorado notablemente a raíz de los cambios en la política comercial que se implementaron a partir de diciembre de 2015.
Además, las perspectivas de precios en el corto plazo no lucen muy alentadoras a la luz de la merma en el margen de rentabilidad del sector de procesamiento y exportación de oleaginosos que imposibilita mejorar su capacidad de pago.

Caerían, asimismo, un 6% las siembras de cebada (como contracara del aumento en el área cubierta con trigo) y 2% las de sorgo (debido, nuevamente, al renovado interés en apostar al maíz), hasta 0,9 y 0,8 millones de hectáreas, respectivamente.
Respecto de los rendimientos, las técnicas estimaron "una productividad unitaria tendencial con base en la última década para los principales cultivos, como consecuencia de la incorporación de tecnología, la mayor inversión realizada en la actividad y un manejo más cuidado del cultivo".
Para los otros granos, de participación más marginal (y volátil) en los planteos productivos argentinos, se toma un promedio de los últimos 5 años.
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