El primer cuarto fue bastante parejo en cuanto al rendimiento, sin embargo, el local supo pisar más fuerte y llevárselo por 20 a 15. Defensa y efectividad en el goleo fueron las claves para empezar a conducir el juego a su favor. En el segundo período, los de Guastavino fueron completamente superiores y supieron controlar el juego de principio a fin para irse al descanso con una diferencia de 44 a 23 gracias a un parcial de 24-8.
A la vuelta del entretiempo, Quilmes se mostró muchísimo mejor frente al aro, pero el Rojo no le dio respiro y, acompañado por la diferencia que ya llevaba impuesto, se lo llevó por 66 a 46.
El final mantuvo la tendencia que se venía dando, si bien el Cervecero buscó por todos lados, los de Guastavino hicieron buen uso de la diferencia y se apoyaron en eso para quedarse con el triunfo por 89 a 68. (Análisis Digital)
