Además de ser fanático y tener el escudo tatuado, Banega estuvo a préstamo en la Lepra por seis meses y con cargo durante el Torneo Final 2014. El objetivo del volante era conseguir los minutos de juego que no disfrutaba en el Valencia de Juan Antonio Pizzi para afianzar su convocatoria al Mundial de Brasil 2014 con la Selección Argentina. Luego de disputar 20 partidos y anotar un solo gol, finalmente el rosarino quedó afuera de la lista que presentó el entonces entrenador Alejandro Sabella, aunque pudo sacarse la espina en Rusia 2018 de la mano de Jorge Sampaoli.
A pesar de que Al-Shabab canceló la deuda que tenía con él, su decisión sería la de desvincularse y el camino hasta Brandsen estaría allanado. El mismo futbolista está llevando a cabo las tratativas con los jeques. Aunque ellos no están conformes con su salida por ser el capitán y pretenden que se quede, le pidieron tiempo para conseguir un reemplazante a la altura de su figura.
La idea es que Banega se quede hasta fin de mes para afrontar los dos compromisos que le restan en 2023 a los dirigidos por el croata Igor Biscan en la Primera División saudí (Al-Okhdood y Al-Wahda Mecca) y luego finiquitar la rescisión anticipada de su contrato, que vence en junio del 2024.
Después de haberse convertido en un referente del Sevilla de España, a mediados de 2020 el diestro partió al fútbol árabe, donde se mantuvo con mucho rodaje y se convirtió en capitán. En la última temporada sumó 18 partidos -16 como titular-, convirtió dos goles y brindó la misma cantidad de asistencias.
Un detalle importante es que no fue convocado al compromiso del 15 de diciembre contra Al-Fateh, que finalizó 1-1 en la 17° fecha de la liga de Arabia Saudita.
(TyC Sports)
