En la última Copa LPF, De la Cruz estuvo ausente en cinco partidos del cuadro riverplatense (uno por fiebre contra Argentinos Juniors, otro por descanso ante Banfield, dos por tendinitis frente a Independiente y Gimnasia y el restante por haber vuelto hace poco de la Selección de Uruguay con Colón) y Demichelis usó a tres jugadores distintos para sustituirlo: Agustín Palavecino (que bajó su rendimiento y hay probabilidades de que se vaya en este periodo de transferencias), Rodrigo Aliendro y Pablo Solari.
Dejando a un lado la alternativa de Solari, que fue más para una propuesta ofensiva puntual para un partido en específico, Palavecino y Aliendro fueron los que picaron en punta para el director técnico a la hora de encontrar un futbolista que se haga cargo del rol del charrúa para acompañar a Enzo Pérez, Nacho Fernández, Manuel Lanzini y Esequiel Barco en la construcción de juego en el mediocampo, aunque ambos están lejos de los siete goles y las tres asistencias que hizo el próximo jugador del Mengao en esta temporada que marcan la fuerte influencia en el gol que tiene y que es difícil de encontrar, lo que lo hace de una gran jerarquía.
Por otro lado, lo cierto es que Micho cuenta en la plantilla con otros dos hombres que le pueden aportar mucho en esa posición: Gonzalo Martínez y Claudio Echeverri. El Pity apenas pudo jugar ocho encuentros en el segundo semestre y marcó un gol ante Huracán, pero lo cierto es que venía de una larga recuperación tras una lesión que lo marginó mucho tiempo de las canchas.
Otra chance es que, con el ingreso de dinero que tendrá River por la venta de Nicolás de la Cruz, sumado al superávit histórico que presentaron más el dinero que pudieron juntar con los 12 recitales que organizaron a fin de año, el club salga a buscar en el mercado de pases un jugador con sus características.
(TyC Sports)
